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Hace unas horas, escribí un comentario a un artículo de tema similar de su colega Teresa Melo (Mi Lista), que reproduzco aquí, con el permiso de los moderadores. He conocido de una "lista" que confeccionó la vocería rentada de Miami (aparte de que han querido pasar como inédita la idea) integrada con «artistas cubanos que apoyan al castrismo», a los cuales se les impediría entrar o permanecer en territorio de EE.UU. Aunque no tengo la certeza, me imagino que la hayan "ampliado" con intelectuales y otros que han asumido como propósito el amar, entender, soñar y defender Cuba, como Usted. Como le expresé a un amigo y compañero, objeto de un ataque desde esas mismas miasmas podridas, para mí es un honor compartir tu trinchera, aunque no cuento con tus lúcidas y potentes armas, compendio de profesionalidad, talento y experiencia, te apoyo en toda línea en la ingrata y «necia» tarea de asumir al enemigo, como ha dicho nuestro trovador. Sepan estos señores y sus acólitos internos que este propósito lo comparten millones de cubanos, de internacionalistas, de médicos, de ingenieros, de científicos, de militares, de campesinos, de trabajadores destacados en cualquiera de sus desempeños laborales, algunos hombres, otros mujeres, con sentido de responsabilidad, de amor por lo que hacemos día a día, con el reconocimiento de que no podemos avanzar más, por razones en su mayoría del imperio yanqui y de personas que fueron equivocadamente cubanas por nacimiento y ahora están en contra del pueblo que los vio nacer. En fin, que me agreguen a su “lista”. Si me permite considerarlo, hace buena cantidad de años que estoy en la suya. Y continuando con Silvio, yo me muero como viví.