¡A ver, abre la boquita!

Cuando, cuchara en mano, exhortamos al niño:  ¡a ver, abre la boquita!, mientras en el cubierto se agita peligrosamente, como mar en miniatura, el remedio, lo menos que se piensa en ese instante es en la larga historia que igual se encrespa en el fondo de la cuchara.
 

Foto: Internet

Se trata de un acumulado de siglos, que, sobre todo, este 22 de noviembre viene al caso por celebrarse el Día del Farmacéutico Cubano, en honor al natalicio del mártir Antonio Guiteras Holmes, uno de los primeros farmacéuticos del país, graduado en 1927 por la Universidad de La Habana y también entre los primeros en promocionar el desarrollo de la farmacia en esta Isla.

Por iniciativa de la Dirección Nacional de Farmacia y Óptica, del Ministerio de Salud Pública de Cuba, y de la Sociedad Cubana de Ciencias Farmacéuticas (SCCF), desde el año 2000 queda instituida esta justa celebración.

Luego de reconocer el esfuerzo de los trabajadores farmacéuticos y de las 2 mil 180 farmacias comunitarias y las más de 600 farmacias hospitalarias y unidades asistenciales, a propósito de la anterior conmemoración del Día del Farmacéutico Cubano, el ministro de salud pública, Dr. José Angel Portal Miranda, afirmaba:  “El 2021 ha sido un año muy duro, el 2022 no lo será menos”. 

Lo vivido en este calendario le ha dado la razón. Entonces se refería en particular a los duros retos impuestos por la Covid-19 al sector de la Salud. En este año, aunque felizmente la crudeza de la pandemia parece haber quedado atrás para los cubanos, no ha sido así con las difíciles condiciones económicas que nos cercan y que, obviamente, atañen también a la farmacéutica, como los cubanos hemos podido constatar.

No obstante, la labor de los farmacéuticos no ha cesado. Continúan dando su aporte en relevantes instituciones de investigación y producción de medicamentos, garantizado el desarrollo y producción de nuestras vacunas y también de nuevos fármacos, algunos de los cuales, de la mano de la biotecnología, resultan una novedad en el panorama mundial. 

Foto: tomada de salud.msp.gob.cu (detalle)

También es decisiva su contribución en universidades y en el sistema de suministros y distribución de medicamentos e insumos médicos, así como en la industria médico-farmacéutica estos profesionales han seguido dejando su impronta.

Y todo ello inmersos en la convocatoria a reforzar los controles y frenar la indisciplina social, que, por supuesto también alude a la venta de medicamentos para frenar esas ilegalidades que tanto duelen porque van directamente asociadas a la preservación de la salud y la vida.

Con tantos vientos en contra, incluyendo este feroz recrudecimiento del bloqueo que mucho afecta el área de los medicamentos y de la Salud en general, los  trabajadores farmacéuticos continúan laborando convencidos de la importancia de su quehacer y por eso merecen el aplauso no solo en este Día del Farmacéutico Cubano, sino siempre, cada vez que mamá, papá, abuela, la enfermera… le piden confiados al niño ¡Abre la boquita!, mostrándole la cuchara con el medicamento salvador.