Las posibilidades de Cuba de participar en deportes colectivos de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, pospuestos por la situación mundial de la COVID-19 para el verano próximo, se redujo al béisbol y el voleibol de playa femenino.

Hasta el momento, la mayor de las Antillas tenía previsto conseguir la clasificación con el equipo de pelota y las duplas playeras de mujeres y hombres, pero la edición digital JIT publica la no presencia del binomio masculino en el preolímpico de la Confederación de Norte, Centroamérica y el Caribe (Norceca).

El béisbol está pendiente del torneo que otorga boletos, al igual que las voleibolistas de playa, que ya si tiene fecha y sede, el venidero junio en México.

Sobre la ausencia del binomio masculino, Jorge Sosa, comisionado nacional de voleibol de playa, informó a JIT “no participaremos en el torneo preolímpico masculino, pues como mínimo es obligatorio sumar 12 partidos internacionales”.

Sosa agregó que el único que cumple ese requisito es Sergio González, quien se acogió al retiro, y a su pareja, Luis Enrique Reyes le falta un juego”.

Apuntó que González, de 30 años de edad y quinto lugar en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, “tuvo dificultades para cumplir con sus cargas de entrenamiento y sufrió reiterados aumentos de peso en esta etapa. Debido a su longevidad en este deporte, casi 15 años, presentó molestias y lesiones”.

En relación con la preparación de la preselección femenina explicó a JIT que continúan entrenando en una llamada burbuja en la Escuela Nacional de esta disciplina, donde “se han creado todas las condiciones para cumplir con los protocolos epidemiológicos, con áreas donde solo ellas y sus entrenadores podrán transitar en el gimnasio, los dormitorios y la cancha”.

La burbuja la cumplirán las duplas formadas por Leila Martínez-Maylén Delis y Lidianny Echavarría-Yanileydis Sánchez, junto a la suplente Arlín Hechevarría, bajo la pupila de los entrenadores Alain Hernández y Osvaldo Abreu.

Hernández y Abreu contarán con el importante apoyo del médico Pedro Hernández, la sicóloga Karidia Sidisve y el fisioterapeuta Maikel Williams, todos supervisados por el propio comisionado.