Sin hombres y mujeres como Enrique Acevedo la novela de Cuba no hubiera sido lo que es

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Sin hombres y mujeres como Enrique Acevedo la novela de Cuba no hubiera sido lo que es
Fecha de publicación: 
24 Junio 2022
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La épica cubana es tan cautivadora como la mejor de las novelas. Leer Historia de Cuba no es más que leer la novela de su pueblo, con sus conflictos, sus avances y retrocesos, sus pasajes misteriosos, sus protagonistas y antagonistas... Tristemente, hace algunas horas falleció uno de sus personajes: Enrique Acevedo González.

Enrique, quien el 12 de agosto hubiera cumplido 80 años, fue uno de esos hombres que parecen extraídos de creaciones literarias. Nació en Caibarién, en la actual Villa Clara, en 1942. Tan solo con 14 años logró arribar a la Sierra Maestra y ser aceptado en el Ejército Rebelde. Junto a su hermano Rogelio, dos años mayor, dio con la tropa de Che Guevara.

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Foto tomada de internet. Enrique Acevedo cumplió diversas tareas tras el triunfo de 1959 y llegó a ser general de brigada.

El jefe argentino fue escéptico; al principio no percibía en esos imberbes la posibilidad real de un devenir guerrillero. Sin embargo, ante la insistencia fueron acreedores del voto de confianza de Guevara. Preferimos que nos fusilen aquí a que nos obliguen a regresar a casa, habrían afirmado los hermanos Acevedo.

Para Enrique no fue sencillo vencer los obstáculos a los que él mismo ─tal vez sin tener plena conciencia de lo que implicaría─ decidió enfrentarse: largas marchas entre las montañas, escasas raciones de alimentos, férrea disciplina militar y la posibilidad de morir bajos las bombas o las balas del ejército batistiano.

El capítulo de la lucha insurreccional, de finales de diciembre de 1956 a enero de 1959, es uno de los más climáticos de la épica cubana. Enrique formó parte de él. Al igual que otros, cumplió sus 15 años en plena guerrilla, peleando por quebrantar el orden existente con un fusil en las manos.

¡El fusil! Un tema que tanto impacientó a Enrique durante varios meses en la guerra, pues ansiaba poseer una buena arma de fuego y estas no abundaban. Al contrario, escaseaban; y para aspirar a las pocas disponibles había que ser un bravo combatiente. Poco a poco, Enrique se creció y lo fue. Resultó seleccionado para integrar la columna “Ciro Redondo” y, bajo las órdenes de Che, salió de la Sierra Maestra en agosto de 1958 como parte de la invasión a Occidente.

 

#FarCuba lamenta el fallecimiento del general de brigada (r) Enrique Acevedo González, siendo muy joven se incorporó al Ejército Rebelde, participó en la lucha contra bandidos y en la liberación de Angola.#CubaViveEnSuHistoria pic.twitter.com/A1gllatoZB

— Minfar_Cuba (@MinfarC) June 24, 2022

 

El 9 de septiembre participó en el combate La Federal, en la actual provincia de Las Tunas. Unos cinco soldados de la tiranía se habían parapetado dentro de un chalet ante la llegada de los rebeldes al poblado. Le propuso a Che desplegar una acción comando y fue autorizado a entrar junto a Ángel Fría y Roberto Rodríguez (el Vaquerito) al inmueble.

Revisaron la planta baja, que resultó estar vacía, y empezaron a ascender al segundo piso. El tiroteo se generalizó entre cuatro paredes. Fría se fracturó un pie en las escaleras y Enrique fue herido en ambos brazos. ¡En ambos brazos! El Vaquerito recogió su fusil, controló la situación y, contra toda lógica, logró rendir a los batistianos.  

Enrique fue operado en un batey cercano. Su hermano Rogelio, al saberlo herido, corrió a su encuentro. Guevara también se preocupó por su estado de salud. Coordinó para que se recuperara en la clandestinidad, en manos de colaboradores del Movimiento 26 de Julio, mientras el resto de los invasores continuarían la marcha. Antes de despedirse lo ascendió a teniente.
 
La recuperación de Enrique transcurrió a la par de su desespero por reincorporarse a las columnas invasoras. Logró dar con sus compañeros cuando estos ya se encontraban en las montañas del centro de la Isla. Como aun no podía sostener un fusil, le prestaron una pistola. Casi que por su cuenta empezó a organizar una escuadra, pues ya era oficial, pero no tenía hombres bajo su mando.

Así llegaron los días de la toma de Santa Clara, en la que participó al frente de su pequeña tropa. Tras el triunfo de la Revolución continuó sus estudios, trabajó con Guevara y peleó en la lucha contra las guerrillas alzadas en el Escambray. Más adelante cumplió misiones en Angola. Llegó a ser general de brigada de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.  

También publicó libros históricos: Guajiro, Fronteras, Los sueños del Tigre. Paramilitares en Cuba y Descamisado. En este último se basó la serie de aventuras Memorias de un abuelo, propuesta audiovisual de 1999 que aun sigue atrayendo al público interesado en conocer cómo era el día a día durante la última guerra de liberación nacional.  

Hubiera sido fabuloso seguir teniendo a ese personaje de la Historia. Seguramente quedaban anécdotas por contar, pasajes por narrar, preguntas por responder… Fue un personaje-héroe, como otros que aun están entre nosotros. Sin hombres y mujeres como Enrique Acevedo la novela de Cuba no hubiera sido lo que es.

Sí, la épica cubana es tan cautivadora como la mejor de las novelas…

Comentarios

Excelente articulo, una de esas historias que parece sacada de la ficción pero toda impregnada de realidad. "La muerte no es cierta cuando se ha cumplido la obra de la vida"
yohandrycruz995@gmail.com
Físicamente no está, pero su nombre quedará para siempre brillando por su valentía y ocupando páginas imborrables en uno de los tomos de la gran novela inspirada en el centenario del Apóstol donde los principales personajes fueron jóvenes como Acevedo.
hanaha46@nauta.cu
Niños soldados, combatientes armados, es algo q nunca debería suceder.

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