Si también a ellos les hace falta
especiales
Foto: tomada de carolina.cl /noticias
En estas circunstancias en que la tristeza se nos está haciendo espantosamente familiar, no encaja muy bien escuchar música, bailar, y se hace difícil a veces hasta reír o sonreír.
Sin embargo, la risa, asombrosamente, puede ser una medicina salvadora, al punto de existir hasta una disciplina que la estudia: La Gelotología, encargada de estudiar sus efectos en el cuerpo, y especialmente en varias zonas del cerebro.
Ello, sin olvidar la risoterapia, una técnica psicoterapéutica que busca producir beneficios mentales y emocionales por medio de la risa.
Tanto nos acompaña y distingue, que ya en torno a la semana 30 de gestación se ha podido descubrir en fetos una primera sonrisa.
La risa influye en la salud física a partir de tributar a cierto equilibrio emocional. Nos ayuda a liberar endorfinas y dopamina desencadenando un conjunto de reacciones químicas todas beneficiosas, incluyendo el efecto analgésico de la primera. A la vez, frena la producción de cortisol, conocida como la hormona del estrés.
Al tributar a un mejor humor, además de beneficiar al sistema cardiovascular, la risa también fortalece el sistema inmunológico, ese del que tanto se habla en estos tiempos de pandemia. Se asegura que las personas que se ríen con más frecuencia aguantar el dolor un 10% mejor que los que no se ríen tanto.
Ellos también
Tan importante es la risa que hasta algunos animales ríen.
Así indica un estudio de la la revista Bioacoustics, donde la primatóloga y antropóloga Sasha Winkler y el profesor de comunicación Greg Bryant, ambos de la Universidad de California en Los ángeles, revelan que al menos en 65 especies del reino animal se verifican juegos vocales equivalentes a la risa durante el retozo y el juego.
Dentro de esa lista de animales “rientes” quedan incluidos vacas y perros domésticos, una variedad de primates, zorros, focas y mangostas, así como tres especies de aves contando a los periquitos y las urracas australianas.
"El hombre es el único ser viviente que ríe", sentenciaba Aristóteles, y parece que se equivocó. El profesor Bryant lo desmiente: “Este trabajo expone muy bien cómo un fenómeno que alguna vez se pensó que era particularmente humano resulta estar estrechamente relacionado con el comportamiento compartido con especies separadas de los humanos por decenas de millones de años.”
En una de las emisiones del programa televisivo Con 2 que se quieran, el conocido actor Osvaldo Doimeadiós recordaba: “… la risa tiene un poder de sanación tremendo. La risa viene a ser algo que salva.”
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