San Salvador a punto de «fuego»

Poco resta para que se encienda el pebetero del Estadio Nacional Jorge “Mágico” González, ceremonia que marca el inicio oficial de los XXIV Juegos Centroamericanos y del Caribe, los primeros tras la pandemia de Covid-19.

Miles de ciudadanos de El Salvador han podido apreciar el símbolo del olimpismo en el recorrido de la llama que se estima viaje unos mil kilómetros por la geografía nacional, desde que el pasado 6 junio comenzara su periplo por los 14 departamentos de la nación cuscatleca.

Con él, la ilusión de unos Juegos que tuvo en el llamado Pulgarcito de América a su salvador, tras la declinación de Panamá de realizarlos en su suelo en 2022 a causa del impacto económico de la crisis sanitaria global.

De modo que en tiempo récord de año y medio el gobierno y el pueblo salvadoreños asumieron los preparativos, para nada sencillos, de la cita multideportiva regional por tercera vez en su historia, pues ya lo habían hecho en las ediciones de 1935 y 2002.

La cuenta regresiva para la apertura del certamen atlético, este 23 de junio, se inició desde el encendido del Fuego Nuevo en el Basamento Escalonado de la Luna en la Zona Arqueológica de Teotihuacán, México.

Yamil Bukele, presidente del Comité Organizador de la cita (Cossan2023), explicó al recibir la llama procedente de esa nación, a inicios de mes, que con ella se llevaría a todos los salvadoreños el mensaje de que se trata de un nuevo comienzo para el deporte nacional.

“Es hora de trascender” constituye el lema de la lid y el fuego hoy viaja a Soyapango, después de su camino desde el municipio de Santa Tecla hasta Nuevo Cuscatlán, según el sitio oficial de estos Juegos Centroamericanos y del Caribe.

Ha llevado consigo todo el espíritu deportivo de los Centrocaribes- reseñan medios locales-, y en las calles se percibe la alegría que envuelve a la fiesta multidisciplinaria regional más longeva del orbe.

Porque los Juegos Centroamericanos y del Caribe siempre trascienden ideales políticos, religiosos o de otra índole, para sentirse como lo que son: la justa de la amistad, la camaradería y el amor al deporte.