Salvadores anónimos
especiales
Foto: Carlos Rafael / Periódico ¡Ahora!
Hay circunstancias muy duras que nos marcan en la vida como, por ejemplo, tras una intervención quirúrgica, o un accidente, o en pleno tratamiento para luchar contra cierta enfermedad, que más que médicos, doctores o medicinas, necesitan para su solución de las más delicadas y sentimentales actitudes humanas para su remedio.
Cuando un abuelo con tratamiento para combatir tumores, o un niño después de haber pasado por una difícil operación, a ambos le diagnostican anemia o hemoglobina baja, inmediatamente hay que acudir a una trasfusión, proceder más espiritual de lo que tal acto encierra en sí, y que sin la solidaridad y humanismo de otra persona no fuera posible.
Los donantes de sangre, no son meros donantes, pudiéramos catalogarlos salvadores anónimos, puesto que lo que un día representó par de horas en una camilla para la extracción y en una jornada corriente, en otro momento puede significar meses de vida y la oportunidad de rebasar una tragedia, lo que es igual al alivio, armonía y felicidad familiar.
En Cuba se cumplen hoy 51 años de celebración de la Jornada Nacional del Donante de Sangre, fecha que coincide con la de la Organización de las Naciones Unidas para hacerlo de forma internacional. Los donadores y bancos de sangres o, mejor dicho, bancos de vida, son indispensables para la esperanza y calidad de vida.
De ahí la oportunidad para que en este día se agradezca ese gesto desinteresado, voluntario y no remunerado que no todos están dispuestos a hacer, pero los que sí lo hacen, se ofrecen pensando que siempre habrá una pobre alma necesitada de su ayuda, o que el día de mañana, de bien cerca, un propio familiar puede ser quien lo requiera y por su carencia empeore su cuadro clínico.
De acuerdo con una información del portal oficial del Ministerio de Salud Pública en Cuba en el 2019 y el primer semestre del 2020, “se garantizaron más de 1 millón 200 mil cirugías, se transfundieron más de 250 mil pacientes, se realizaron 237 trasplantes, y estuvo garantizado con la mayor prioridad el Programa Materno Infantil”.
No solo son los donantes de sangre, también están los de plaquetas y plasmas, quienes ayudan a salvar vidas. Y ahora que estamos en plena pandemia, y con una compleja situación epidemiológica en todo el territorio nacional, los convalecientes de la Covid-19, evolucionan como donantes de plasma hiperinmune para tratar a otros infectados con el virus del SARS-CoV-2.
Como expresara hace varios años el Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz, “no se puede medir … en dinero lo que significa una donación de sangre”, porque donar sangre es donar vida.
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