Puede haber sido pura coincidencia, pero resultó muy revelador por los contrastes que, mientras en París se realizaban los Juegos Paralímpicos 2024, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) diera a conocer los resultados de su más reciente indagación Estudio sobre los resultados laborales y salariales de las personas con discapacidad.

Imagen: OIT

La admiración y reconocimiento al talento, la perseverancia, la disciplina y otras notables conductas a imitar que distinguieron a los atletas paralímpicos, contrasta con los lamentables resultados mostrados por mencionado estudio de la OIT donde revelan que las personas con discapacidad en el mundo cobran por hora, como media, un 12 % menos que los demás trabajadores.

Imagen: tomada del perfil de Facebook Presidencia Cuba

Tan notable y lastimosa realidad no se explica en sus tres cuartas partes por diferencias en la educación, la edad o el tipo de labor, sino responde a criterios y conductas discriminatorias, refiere la OIT.

Si de por sí tal brecha salarial ya es notoria, esta se hace aun más evidente en los países considerados como de renta baja y media-baja, donde se hace mayor hasta alcanzar el 26%, y casi la mitad de esos casos igual se explica por posturas discriminatorias.

El informe de la OIT hace público también que no solo esas personas ganan menos, sino que tienen menos probabilidades de formar parte del mercado laboral.

Foto: tomada de rrhhdigital.mx

Además, los trabajadores con discapacidad están sobrerrepresentados entre quienes laboran en ocupaciones elementales, y subrepresentados entre los gerentes y profesionales.

Solo 3 de cada 10 personas con discapacidad se encuentran activas en el mercado laboral, y los avances hacia una mayor inclusión van lentos.

En particular, las mujeres con discapacidad se las ven aún peor, ya que sus salarios son todavía más bajos, entre un 5 y un 6%, con respecto a los hombres discapacitados. Tal combinación de inequidades de género y discapacidad las sitúa en una posición de extrema vulnerabilidad, con menos acceso a oportunidades laborales y menor capacidad de negociación en el mercado del trabajo.

Foto: Marcus Aurelius / Pexels

Cuando están empleadas, las personas con discapacidad tienen menos probabilidades de trabajar como empleados formales que las que no tienen discapacidad y se ven precisadas a elegir la opción de un empleo informal o por cuenta propia, lo cual, según el documento, supone un mayor riesgo de exposición a la informalidad, en particular en los países en desarrollo.

En esos países, el 44% de los empleados con discapacidad tenían un empleo temporal en comparación con el 38% de los que no tenían discapacidad.

Se estima que cerca de 1.300 millones de personas, una de cada seis en el mundo, padece una discapacidad significativa. Por tanto, es también muy significativa, y también lesiva la dignidad humana, esta realidad, aun cuando abunden compromisos internacionales y documentos normativos para proteger los derechos de esas personas.

En Cuba, son cuantiosos los esfuerzos en el ámbito laboral en función de las personas con discapacidad, al punto que el pasado verano se realizó en todas las provincias la Primera Feria de Empleo y oportunidades para personas en situación de discapacidad.

Foto: tomada de radiobayamo.icrt.cu

El pasado marzo, con motivo del aniversario 44 de la creación de la Asociación Cubana de Personas con Discapacidad Físico-Motora (Aclifim), el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social recordaba en su perfil de Facebook que “En #Cuba trabajamos para la integración de las personas en situación de discapacidad a una vida socialmente útil con iguales derechos y oportunidades, el pleno acceso al trabajo, el estudio, el deporte y la cultura”.