A ritmo de escobazo hasta la final
especiales
Iván Prieto empujó tres en la primera victoria de Granma en la final, y ya tiene 15 impulsadas en la postemporada. Foto: José.M. Correa Armas.
A ritmo de barridas llegaron Matanzas y Granma a la final de la pelota cubana, que comenzaron a disputar este viernes.
Sin embargo, no creo que la lucha por la corona se defina en cuatro partidos, pues son dos conjuntos que han jugado a gran altura, ganado juegos viniendo de abajo y mostrando mucha solidez en todas las esferas.
Los Cocodrilos llevan ocho victorias seguidas, mientras que los Alazanes también han ganado ocho de sus nueve encuentros de postemporada, y solamente perdieron el único en el cual no consiguieron marcar carreras.
Se trata de dos conjuntos un poco subestimados a la hora de hacer los pronósticos finales porque perdieron varias figuras importantes en los últimos meses, pero lejos de achicarse, fueron a más, y quienes asumieron roles protagónicos demostraron que estaban listos para mantener un alto nivel competitivo.
Anímicamente no sé quién está mejor que el otro, pero lo importante es que se respetan entre sí y saben que para levantar el trofeo tendrán que dejar hasta el último aliento sobre la grama.
Ambos planteles han contado con ofensiva bastante oportuna, pero sobre todo con un pitcheo muy eficaz, y eso debe repetirse ahora en la final. Quizás la segunda línea de los yumurinos tiene mayor calidad, pero son menos brazos, y si tienen trabajo diario a la larga se lo pueden sentir.
De nuevo el factor catcher será el mayor problema de la tropa de Armando Ferrer, aunque Roberto Loredo lo ha hecho de 10 hasta el momento, no solo agachado detrás del plato, sino también de pie, madero en mano, con varios batazos importantes en momentos puntuales.
Para los matanceros es importante que Yadil Mujica haya retomado su paso ofensivo, luego de ser dominado en sus primeras comparecencias durante la semifinal. El, Arruebarruena y Jefferson son la columna vertebral del ataque de los saurios, y hacia allí deben ir los máximos esfuerzos de los serpentineros granmenses.
En las filas contrarias la faena es un poco más complicada, pues hay varios hombres muy peligrosos y que se encuentran en forma. Antes de las semis decíamos que los Alazanes necesitaban a Benítez al ciento por ciento. ¡Qué va, si lo tienen al máximo no hay nada para nadie! Qué manera de rendir este jugador, también subestimado en muchas ocasiones, pero todo inspiración para los suyos, aunque no pueda correr ni fildear.
Aquí sale a relucir otra arma importante de los actuales campeones de la pelota cubana, pues en la banca se encuentra por esta situación su designado habitual (Cedeño), quien es un emergente de lujo, algo de lo cual no pueden presumir las más diezmadas huestes yumurinas.
Creo que los monarcas tienen ligera ventaja en esta final, además de que cuentan con la ventaja de campo, pero las dentelladas de los Cocodrilos ya se han hecho famosas en esta postemporada.
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