Prueban la existencia de un raro agujero negro de masa intermedia, el más cercano a la Tierra
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De izquierda a derecha: El cúmulo globular Omega Centauri en su conjunto, una versión ampliada de la zona central, y la región en el mismo centro con la ubicación del agujero negro de tamaño medio. Foto: NASA
Nuevos datos confirman que el cúmulo globular Omega Centauri, a 18.000 millones de años luz de la Tierra, contiene en su centro un agujero negro de masa intermedia, algo que los astrónomos nunca habían encontrado hasta ahora.
Omega Centauri es un conjunto espectacular de unos 10 millones de estrellas, visible como una especie de mancha en el cielo nocturno desde latitudes meridionales. Ahora, un equipo científico confirma lo que la astronomía lleva tiempo sospechando: este cúmulo globular contiene un agujero negro central.
Se trata de un elusivo agujero de masa intermedia, que parece ser el eslabón perdido entre los agujeros negros estelares y supermasivos.
Los agujeros negros de tamaño intermedio, como el que se acaba de descubrir frente a nuestros ojos, son difíciles de encontrar. Está a unos 18.000 millones de años luz, unos 9.000 millones más cerca del que se creía que era el más próximo hasta ahora.
"Los agujeros negros de tamaño intermedio son muy difíciles de encontrar. Galaxias como la Vía Láctea hace tiempo que superaron esta fase intermedia y ahora contienen agujeros negros centrales mucho mayores. Los que siguen siendo pequeños suelen ser difíciles de observar.
Y, aunque hay candidatos bastante fiables, aún no se ha producido un descubrimiento seguro de un agujero negro de masa intermedia", señalan los autores del estudio.
El hallazgo se logró gracias a un método: identificar las estrellas que se mueven raudas alrededor del centro de aquel cúmulo astral, para luego medir la masa del hipotético agujero negro, cuya existencia nunca se había demostrado.
En el marco del estudio, los astrónomos analizaron el movimiento de 1,4 millones de estrellas contenidas en Omega Centauri. La mayoría de las imágenes del catálogo se tomaron para calibrar los instrumentos del Hubble, no para uso científico. Pero, al ser repetibles, las imágenes resultaron ser un conjunto de datos ideal para buscar "anomalías" en el movimiento de las estrellas.
Los resultados prometen resolver el debate de una década sobre un agujero negro de masa intermedia en Omega Centauri, según los autores.
El estudio fue publicado en Nature.
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