Después de otra noche de enfrentamientos y arrestos en Holanda, la protesta de los "no vax" en Europa se está volviendo cada vez más violenta, después de una tarde de guerra urbana en las calles de Bruselas, donde 35.000 personas se reunieron para manifestarse contra las nuevas restricciones anti-Covid introducidas por el gobierno belga.

Una marcha comenzó pacíficamente pero degeneró en duros enfrentamientos luego de que un grupo de manifestantes arrojara objetos contra la policía, quienes respondieron utilizando cañones de agua y gases lacrimógenos para dispersarlos.

La violencia tuvo lugar en el corazón de la capital belga, cerca de los edificios de la Unión Europea y las embajadas de Estados Unidos y Rusia.

Ondeando banderas nacionalistas de Flandes y pancartas contra las normas más restrictivas para los no vacunados, varias personas escondidas bajo capuchas también atacaron a algunos coches de la policía.

Al menos dos oficiales y un manifestante resultaron heridos.

La marcha, denominada "Juntos por la libertad", se organizó en particular contra la prohibición de acceso a bares y restaurantes impuesta a quienes rechazaron el suero anti-Covid.

Bélgica, que en la última semana registró el récord de casos en un año, con una media de casi 10.300 por día, y tiene una tasa de ocupación hospitalaria en su nivel más alto desde mayo, con una cuarta parte de los pacientes en cuidados intensivos, también amplió los permisos para trabajar desde casa.

Nuevas y más estrictas normas similares a aquellas adoptadas o en estudio en gran parte del Viejo Continente, que desde hace algunas semanas se convirtió en el epicentro mundial de la pandemia según la Organización Mundial de la Salud, que el sábado mismo temía el riesgo de otras 500.000 muertes en marzo sin medidas urgentes para contrarrestar el virus.

En la última semana, el 90% de los países con mayores incrementos de infecciones (entre los que tienen más de mil casos al día) se encuentran en Europa.

El incremento de casos también es cada vez más alarmante en Francia, donde el portavoz del gobierno habló hoy de un aumento "deslumbrante", con nuevos pacientes que se duplican en una semana pero efectos contenidos gracias al elevado número de personas vacunadas.

Las nuevas olas han provocado un endurecimiento de las medidas, especialmente en países con tasas de vacunación más bajas. Como en Austria, donde el número de personas inmunizadas con dos dosis es el más bajo de Europa Occidental y el encierro generalizado volverá a partir de mañana, una semana después de introducir eso solo para los no vacunados, mientras que a partir del 1 de febrero entrará en vigor la obligación de vacunarse.

Tras la gran manifestación que el sábado reunió a 35.000 personas en Viena, muchos provenientes también de países vecinos como Italia y Alemania, una nueva procesión de cerca de 6.000 personas marchó hoy en Linz, donde no se registraron accidentes.

Los enfrentamientos en las manifestaciones antibloqueo se repitieron en los Países Bajos. Tras la "orgía de violencia" en Rotterdam, aquella entre el pasado sábado y este domingo fue una segunda noche de enfrentamientos en distintas ciudades, con un saldo de decenas de detenciones y cinco agentes heridos.

Las fuerzas de seguridad holandesas utilizaron cañones de agua, perros policía y agentes montados para detener a los manifestantes, que prendieron fuego y arrojaron piedras: cinco de ellos resultaron heridos en La Haya, donde se registró el mayor número de detenciones.

Otros disturbios ocurrieron en dos ciudades de la provincia sureña de Limburgo, en la ciudad de Urk y en la provincia norteña de Flevoland.

Los enfrentamientos y detenciones también continuaron la noche del sábado en Guadalupe, en las Antillas francesas, donde las autoridades informaron de otras 38 detenciones y de dos agentes heridos.

Violencia y saqueos que se han repetido durante días y han llevado a París a enviar como refuerzos a una cincuentena de agentes de las fuerzas especiales.