Perugorría: un ciclo para el actor

Diez cintas han sido elegidas para conformar el ciclo “Jorge Perugorría”, selección que comprende producciones nacionales e internacionales protagonizadas por el afamado actor, y que se exhibirá en el cine La Rampa del 6 al 17 de enero.

Con la exhibición de la versión restaurada de Fresa y chocolate (Tomas Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabío, 1993) comienza el ciclo, que hasta el día 10 incluye películas nacionales en las que ha participado el actor. Además del clásico escogido para la apertura, integran también la selección Amor vertical (Arturo Sotto, 1997),Lista de espera (Juan Carlos Tabío, 2000),Miel para Oshún (Humberto Solás, 2001) yLa pared de las palabras(Fernando Pérez, 2014).

Si en Fresa y chocolate llega a cambiarle la vida a un joven de pensamientos cerrados, en Lista de espera lo vemos involucrado en una historia de amor y amistad desde su supuesta ceguera. En Miel para Oshún nos lo encontramos como un profesor de Literatura que busca a su madre en Cuba;y en La pared de las palabras asume magistralmente el papel de Luis, quien padece una distonía que le imposibilita comunicarse. Y finalmente podrá ser disfrutado en Amor vertical como un doctor que, al impedir el suicidio de una joven, se mete en problemas.

Por otra parte “Jorge Perugorría por el mundo” reunirá desde el 13 hasta el 17 los filmesUn asunto privado (Imanol Arias, 1996), Bámbola (Bigas Luna, 1996), Volaverunt (Bigas Luna, 1999), Edipo Alcalde (Jorge Alí Triana, 1996) y Doña Bárbara (Betty Kaplan, 1999).

En Un asunto privado el actor encarna a un gigolo que se ve involucrado en un asesinato; en Bámbola se convierte en Furia, un peligroso recluso obsesionado con una mujer; en Volaverunt se traslada al siglo xix como el reconocido pintor Francisco de Goya; en Edipo Alcalde trabaja como el mítico Rey de Tebas; y en Doña Bárbara se viste de Santos Luzardo, para hacer frente a las disputas por unas tierras y el amor de dos mujeres.

Estas propuestas, que se exhibirán a las 5:00 p.m., son una buena oportunidad para redescubrir como, desde su cubanía, Jorge Perugorría ha conseguido logros más allá de nuestras fronteras.