Ofrendas florales del General de Ejército Raúl Castro y del primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y presidente de la República, Miguel Díaz-Canel, escoltaron hoy los restos del campesino Juan Paz.

Fundador de la legendaria tropa de Los Malagones, Paz falleció en la madrugada de este sábado en la occidental ciudad de Pinar del Río a los 83 años de edad por secuelas dejadas por la Covid-19.

El humilde campesino junto a sus 11 compañeros, se reunió con el jefe de la Revolución cubana, Fidel Castro, en agosto de 1959 con el propósito de organizar un pequeño grupo que diera captura a integrantes de una banda de asesinos que financiados por la CIA, imponía la muerte y el dolor en las serranías vueltabajeras.

Si ustedes triunfan habrá milicias en Cuba, fue la sentencia de Fidel tras la misión otorgada.

En solo 18 días, los intrépidos hombres dieron captura al excabo Lara, sobre quien pesaban asesinatos y torturas.

Conocido por todos por el nombre de pila de Juanito, Paz prosiguió la lucha contra bandidos hasta 1965 para devenir ícono de la dignidad de un pueblo.

Merecedor de varios reconocimientos, el más joven de Los Malagones, como los reconoce la historia, profesó lealtad a la Revolución Cubana y su guía, el Comandante en Jefe, Fidel Castro.

Dotado de un criollísimo humor, Juanito fue amado y respetado por nacionales y foráneos, deseosos de conocer pasajes de la historia patria en voz de uno de sus protagonistas.

El arrojo de los 12 campesinos que integraron aquella tropa devino simiente de las Milicias Nacionales Revolucionarias en la mayor de Las Antillas.

La gran caverna de Santo Tomás, en la comunidad El Moncada del turístico municipio de Viñales y entre las mayores de América Latina y el Caribe, protege desde hoy al fiel soldado y sus compañeros en un mausoleo erigido a su memoria.

En estricto cumplimiento de las medidas de bioseguridad, los restos mortales del incansable luchador recibieron el homenaje del pueblo y de las principales autoridades locales.

En las palabras de despedida, el integrante del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y primer secretario de esa organización política en Pinar del Río, Julio César Rodríguez, destacó el valor de aquellos humildes hombres.

Su lealtad y confianza en la Revolución son el mejor legado que hoy recibimos de Los Malagones, multiplicados en cada miliciano cubano, señaló Rodríguez.

La muerte del último de Los Malagones impactó entre los habitantes de la más occidental de las provincias cubanas.