Mujeres: otras luces de París
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Mientras la llama olímpica iluminaba a la “ciudad luz”, otros brillos se quedaron grabados en los ojos de quienes escogimos mirar más allá de la competencia que es, sin dudas, la esencia de los Juegos, pero cada año viene aderezada con sentimientos, emociones y motivaciones que también valen la pena.
En este caso, nos asombraron, para bien, ciertas luces femeninas.
Olímpicas embarazadas
La esgrimista egipcia Nada Hafez, de 26 años, compitió embarazada de 7 meses y compartió su experiencia a través de las redes sociales:
“Mi bebé y yo tuvimos nuestra buena dosis de desafíos, tanto físicos como emocionales. La montaña rusa del embarazo es difícil por sí sola, pero tener que luchar para mantener el equilibrio entre la vida y el deporte fue nada menos que agotador, aunque valió la pena”.
También expresó su enorme orgullo por haber llegado a octavos de final y agradecer la confianza de su esposo y su familia, esas redes de apoyo sin las cuales jamás podríamos llegar tan lejos y con las cuales podemos ser nada menos que olímpicas.
Ella no es la única en París 2024, ni en la historia de estos certámenes, que ha competido embarazada: Yaylagul Ramazanova, arquera de Azerbaiyán participó con 6 meses de gestación en esta edición y en justas anteriores existen ejemplos como la tiradora sueca Malin Westerheim, que fue a Londres 2012 con cuatro meses de embarazo, y la alemana Dana Vollmer campeona en la natación de Río de Janeiro 2016 estando embarazada de seis meses.
Cada organismo es diferente. La salud de la madre y del bebé es lo fundamental si queremos llevar la gestación a feliz término, pero como premisa, no estamos enfermas, ni inhabilitadas, estamos, en todo caso, doblemente vivas.
Maternidades de alto rendimiento
¿Quién dijo que cuando tienes hijos ya no puedes ser una profesional, una obrera o una atleta de alto rendimiento? Esa maternidad que “sacrifica todo”, que se olvida de sí misma, es un cuento del patriarcado para limitarnos, un chantaje emocional para cargarnos todo el peso de la familia y despojarnos del poder, incluso, sobre nuestra propia existencia.
La atleta Allyson Felix se retiró del deporte activo en 2022 y estuvo en París 2024 como impulsora de una guardería infantil dentro de la Villa Olímpica. Según reseñó la prensa, la once veces medallista en estas lides “tiene un compromiso firme con la maternidad y el deporte pensando siempre en que los dos pueden convivir y que sus colegas puedan tener éxito en los dos roles de su vida.
“Desde su retirada en 2022, la once veces medallista olímpica ha enfocado su energía en la defensa de la salud materna y los derechos de las mujeres, convirtiéndose en una fuerte activista en estas áreas, por eso, como parte de este compromiso se integró en la Comisión de Atletas del Comité Olímpico”.
Por su parte, Clarisse Agbegnenou, campeona francesa de judo, decidió no dejar de amamantar a su hija mientras participaba en los Juegos, ni renunciar a los juegos para lactar, así que: “Me he asegurado de sentirme bien físicamente, porque por supuesto hay un elemento de cansancio. Pero como madre que necesita estar muy presente para mi hija, pedí la oportunidad de tenerla conmigo durante los Juegos Olímpicos", posteo en sus redes sociales.
Como ella, otras atletas pudieron compartir habitación con sus bebés lactantes y no detener este importante período en el desarrollo de sus hijos.
Mujer, es mujer
Y ser mujer no va solo de ser madre, también Paris nos lo ha dejado claro. Después de ser linchada, difamada, objeto de bullying y acoso en las redes sociales y hasta en medios de prensa supuestamente serios, la argelina Imane Khelif salió campeona en el boxeo de los Juegos Olímpicos.
El padre de la joven de 25 años, salió a defenderla: “Mi hija es una niña, fue criada como una niña. Es una niña fuerte y valiente”. Una vez desmentida la fake, muchos se disculparon públicamente, personas que probablemente ella no leyó, de los que no tiene idea de que existen, pero la juzgaron como si lo supieran todo de la vida. Otros y, tristemente, otras, ni siquiera tuvieron la decencia de rectificar.
Khelif ha declarado que las propias barreras y presiones le sirvieron para inspirarse y conseguir el sueño de subir a lo más alto del podio de París 2024 en la categoría de 66 kilos, tras derrotar a la china Liu Yang, quien lejos de quejarse y señalar las condiciones hormonales o de cromosomas que las hacían diferentes, reconoció a una rival que lo hizo mejor en el ring y la abrazó, de mujer a mujer. En definitiva, más que a sus contrincantes, Imane les ganó a los prejuicios.
Campeonas
La imagen en que la gimnasta estadounidense Simone Biles y su compatriota Jordan Chiles, plata y bronce respectivamente en la prueba de ejercicios en el suelo en la gimnasia artística, reverencian en el podio a la titular brasileña Rebeca Andrade, es otra de las luces que nos llegaron desde Paris: primero, no tenemos que ganar siempre, luego, reconocer y celebrar los logros de otras, también nos hace grandes y, de cierto modo, nos ratifica como campeonas.
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