Mozart, con Thomas Hengelbrock, otra vez en La Habana

Es una de las cumbres de la música sacra universal, una misa para difuntos, acto litúrgico esencial del catolicismo, obra maestra de uno de los más grandes compositores de todos los tiempos. La Misa de Réquiem en re menor, K. 626, de Wolfgang Amadeus Mozart, es un empeño titánico para cualquier orquesta sinfónica y conjunto de cantantes. Y este sábado será ejecutada en la emblemática Catedral de La Habana, bajo la batuta de un director de altos quilates: el alemán Thomas Hengelbrock.  

Se trata de la concreción de un proyecto de intercambio artístico y académico entre el Lyceum Mozartiano de La Habana y el Balthasar Neumann Chor & Ensemble, de Alemania. Se trata de un concierto único, que reunirá a cerca de un centenar de músicos. A la Orquesta del Lyceum de la Habana, que es la anfitriona, se sumarán los coros de la Universidad de las Artes, el Teatro Lírico Nacional y la Schola Cantorum Coralina.

Se contará además con la participación especial de cuatro solistas del Balthasar Neumann Chor: la soprano Katja Stuber, la contralto Anne Bierwirth, el tenor Jakob Pilgram y el barítono Lisandro Abadie.

La historia de este Requiem pudiera ser inspiración para una novela. Mozart lo compuso muy debilitado por la fatiga y la enfermedad, y previendo que no iba a poder terminarlo, dejó claras indicaciones para no dejarlo inconcluso. Hay cierto misterio en la manera en que le fue encargada la pieza, mediante un emisario desconocido. Espíritu muy sensible a lo sobrenatural, y sintiéndose muy enfermo, Mozart creyó que el hombre era un mensajero del destino y que lo instaba a componer el Réquiem para su propio funeral.

Lo cierto es que es una de las obras cumbres del gran compositor austriaco. Y la catedral es escenario ideal para su interpretación.

El programa del concierto incluye además la Sinfonía para cuerdas no.13 y el Salmo no. 43 Júzgame Dios, del alemán Felix Mendelssohn. La presentación forma parte del programa artístico del Mes de la Cultura Europea en Cuba y las Jornadas de Música Sacra que organiza el Centro Cultural Padre Félix Varela.

Una nota socializada por el Lyceum recuerda que Thomas Hengelbrock es uno de los directores más versátiles y fascinantes de su generación. Frente al Balthasar Neumann Chor & Ensemble, fundado por él hace 25 años, ha sido aclamado internacionalmente por su compromiso con el texto musical y su profunda comprensión del significado y el contenido de las obras. Su último concierto en Cuba fue en la Clausura del Festival Mozart Habana en noviembre de 2019, también en la Catedral de La Habana.

La propuesta de este sábado será sin dudas uno de los grandes acontecimientos musicales del año en Cuba.