Mónica Crespo: «La verdad, yo me divertí mucho en la grabación del making»
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Sí, es exactamente esa Mónica, la exigente directora que «presiona» a Noelia Bermellón, como si la pobre muchacha tuviera estudios en «la ISA o en la ENA». Alabao, Mónica Crespo, mira que tú sí te graduaste de la FAMCA y llevas muchos años dirigiendo programas en la televisión... por cierto, ¿cómo surgió la idea de hacer el making y cómo llegó a ti?
«En esta temporada, que se hizo producida por RTV, el canal Cubavisión, que era quien lo iba a transmitir, pidió hacer un making para cada programa. Habitualmente, lo que hacía Juan Carlos Travieso en el Canal Habana era un programa final con lo que no había salido, con cosas que habían pasado, pero era otra emisión del Motor..., pero aquí se piensa que cada programa tenga un making detrás. Siempre se tuvo en cuenta que entre las dos cosas se llegara a la hora de transmisión, o sea, 45 o 47 minutos, el Motor..., y que el resto fuera de making. En cuanto a cómo llegó a mí la dirección, fue el propio Juan Carlos quien me pidió que lo hiciera».
—Dirigir siempre es una responsabilidad y supongo que genera un poco de estrés, pero, en medio de eso, ¿te divertiste?
—La verdad, yo me divertí en la construcción, o sea, en la pre del making, en la grabación y en la edición también, pero sobre todo en la grabación. Ahí se logró la plenitud de Noelia, pues como todo se hizo tan rápido, independientemente de que ya el personaje en la pre se había creado, se seguía construyendo también en la propia grabación; había cosas que nos dábamos cuenta de que funcionaban más que otras, la mejor parte de la diversión realmente fue en la grabación. La edición fue, a veces, muy triste o dolorosa, porque hubo que quitar mucho de lo que grabó Noelia, pero bueno, en fin, cosas que pasaron... Yo siempre prefiero ir a la edición con más que con menos, pero hubo mucho material ahí que no se pudo incluir. Eso es algo que lamenta también Andrea Doimeadiós, todo el equipo del making lo lamenta.
—Noelia fue, sin dudas, una de las cartas de triunfo del making. ¿Cómo fue la creación del personaje y cómo se involucró la familia Doimeadiós?
—Cuando yo veo que Osvaldo Doimeadiós no había podido asumir los guiones del programa por cuestiones de tiempo, y además, en el trabajo de mesa, noté que fue la persona que más entendió lo que yo quería, le pedí que escribiera los guiones del making, que es más corto, no tenía la complejidad del Motor...
«Yo quería una conductora mujer, joven, también para equilibrar un poco con respecto al Motor..., donde participaban muchos hombres y, además, que fuera un poco la representación de esa característica que tiene a veces la juventud, que cree que sabe todo y no sabe nada y piensa que porque va a un festival, a un evento cultural, ya tiene conocimientos, opina y crea toda una serie de criterios sin base real. Entonces yo le decía a Doime eso: quiero que ella haga referencia a cosas que no domine, que se note que tiene un vacío, pero que piensa que puede y, de todas, todas, quiere estar en la televisión.
«El nombre Noelia se lo puse yo, era parte de los contrastes que me interesaban; Bermellón se lo puso Doimeadiós. Quien empieza a definir otros detalles, cómo se viste, por ejemplo, ya sí fue Doime; yo solo le hice un esqueleto, le pedí que fuera disparatada, que estuviera colada en todas partes, que ella crea que puede opinar de todo, pero al final no tiene mucho que decir. Realmente, lo escojo a él como guionista porque sentía que era la persona que estaba captando todo eso que yo estaba dando como un boceto.
«En cuanto a la actriz, hablé inicialmente con Venecia Feria, pero estaba complicada con otros humorísticos y ella misma me sugirió a Andrea; entonces hablé con Doime, me dijo que sí, que no había problemas, y a partir de ahí nos reunimos los tres: Andrea, Doimeadiós y yo, para ya armar todo».
—¿Noelia imita a alguien en concreto?
—A ver... en general, no. El personaje lo creamos como te cuento. Sí hubo una intención de hacer un homenaje a los 70 años de la televisión y, aun dentro del humor, pero con mucho respeto, sí hubo momentos en los que se hizo alusión, de diferentes formas, a determinados programas o presentadores como Eva Rodríguez, Julio Acanda, o la joven Yasbell Rodríguez.
—Ahora que lo ves en pantalla, ¿qué cambiarías? ¿A qué no renunciarías, si hubiera otra temporada?
—Yo cambiaría que Noelia debe hablar un poquito más rápido, en aras de que pueda decir más. Cambiaría también mi decisión de que cada making se le dedicara a alguna especialidad del audiovisual: la fotografía, el sonido, ambientación, producción y demás, pero ahora veo al aire que se tenía que haber hecho un making enfocado en cada programa de verdad, y ahí mismo entrevistar a las especialidades que tuvieron un trabajo más complejo en cada uno. No es que esté insatisfecha, pero creo que quedaría mejor. Definitivamente, lo que más insatisfacción me deja es que no se pudo poner todo lo de Noelia.
«No renunciaría al equipo de trabajo. Todo el equipo del making estaba muy implicado en la realización, o sea, los camarógrafos estaban todo el tiempo aportando, uno de ellos le ponía algún chiste siempre a Noelia, le sugería cosas que, claro, la hacían más disparatada, pero formaba parte de esa implicación y ese disfrute, era como que todos nos divertíamos, en ese sentido».
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