La cifra de muertos por el tifón más devastador que azotó Filipinas este año ascendió a 67, mientras muchas áreas permanecían sumergidas en la región norte, afectada por las peores inundaciones en más de cuatro décadas, dijeron autoridades locales ayer domingo.

El presidente, Rodrigo Duterte, voló a la provincia de Tuguegarao para evaluar la situación en la región del valle de Cagayán, inundada después de que el tifón Vamco arrojara lluvia sobre franjas de la isla principal de Luzón, incluida la capital, Manila metropolitana.

Se registraron veintidós muertes en Cagayán, 17 en el sur de Luzón, ocho en Metro Manila y 20 en otras dos regiones, dijo Mark Timbal, portavoz de la agencia de gestión de desastres.

Doce personas seguían desaparecidas y Vamco dañó casi 26.000 casas, agregó.

“Es la peor inundación que hemos tenido en los últimos 45 años”, dijo el gobernador de Cagayán, Manuel Mamba, durante una reunión informativa con Duterte. “Vemos que empeora cada año”.

Seis tifones azotaron Filipinas en un lapso de solo cuatro semanas, incluidos Vamco y el supertifón Rolly, los más poderosos del mundo este año.