Mandan los más bateadores en béisbol cubano

Días antes de iniciarse la 60 Serie Nacional de Béisbol le pregunté al profesor José Hernández Lezcano —asistente de tercera base en los equipos de Ciego de Ávila y de Cuba— sobre sus favoritos. La respuesta ofrecida invita hoy a estas líneas…

«En un campeonato en que el pitcheo no es fuerte en casi ningún equipo, deben ganar los que muestren más ofensiva», apuntó.

Desde luego ofreció otros argumentos, pero ese —aunque parezca una verdad de Perogrullo— perdura en mi mente transcurridas unas semanas desde la arrancada de la lid.

Cuando observamos la tabla de posiciones llama la atención que los primeros ocho elencos, con las excepciones de Granma y Villa Clara, promedian sobre 300.

Azucareros y Alazanes están ahí porque sus cuerpos de tiradores trabajan para menos de cuatro carreras limpias por desafío, en una lid con media de 5,49.

Resulta lógico que los agramontinos, con despiadada ofensiva de 364, lideren el campeonato; y también que Industriales (316), Santiago de Cuba (315) y Matanzas (302) aparezcan a solo medio juego de diferencia.

Sin duda, la voz cantante la llevan por el momento los maderos, aunque estos altos promedios deben ir cediendo en la medida que avance el calendario.

No asombró, a mi juicio, que Cienfuegos le ganara los duelos de fin de semana a Industriales. ¿La razón? Los sureños andan segundos en bateo (338), machacaron al pitcheo azul y el suyo resistió los embates.

Para estar entre los ocho grandes, los sureños solo necesitan que sus serpentineros se comporten cerca de lo aceptable. Ahora mismo su PCL (7,38) es el segundo peor de la justa, solo “superado” por Artemisa (8,85).

Si de armonía en todas las líneas del juego se trata, hay que hablar de Holguín. Sin hacer mucho ruido, los Cachorros están a choque y medio de la punta, debido a su buen ataque (318), su aceptable pitcheo (4,76) y una defensa positiva (978), cuatro puntos por encima de la media del campeonato.

No obstante, queda mucha “carretera” en una campaña en que cada escuadra tendrá que salir 75 veces al ruedo. La preparación física será determinante. No sería la primera vez que conjuntos con sólidos comienzos ofensivos aflojen luego y malogren sus campañas.

Súmese que esta 60 Serie tiene características diferentes a las anteriores. En primer término, los atletas detuvieron la preparación en marzo, a solo días de la apertura prevista primero para abril. Luego, aunque cumplieron periodos de ejercitación física individual, estuvieron alejados de los entrenamientos por meses debido a la pandemia de la COVID-19.

Todo eso puede cobrar su precio si no se cumplen a cabalidad los planes de preparación aprobados y en ejecución desde el primero de agosto pasado.

Las Tunas y Ciego de Ávila, por ejemplo, parecieran estar en una carrera de fondo. Se han quedado como inmóviles tras el disparo de arrancada, pero muchos confían en que mejorarán.

Leñadores y Tigres andan por debajo en la tabla de posiciones, a 3.5 y 5.5 juegos completos de la cima. Eso no se corresponde con su historial, ni con sus posibilidades, tomando en cuenta el número de atletas de jerarquía en sus nóminas.

Ya veremos