El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha asegurado este martes que su antecesor, Jair Bolsonaro, preparó un golpe de Estado para el día en el que el Tribunal Superior Electoral (TSE) le hizo entrega de su acreditación como vencedor de la segunda vuelta de las elecciones.

'Nuestra victoria fue tan mayúscula que quedó noqueado, se quedó en casa durante un mes porque no sabía qué hacer (...) cuando perdió, cayó en barrena, se encerró en casa, llorando, lamentándose', ha dicho ufano el presidente brasileño.

'Algunos dicen que había días que no hablaba, otros que sí, pero en realidad estaba preparando un golpe para el día que recogí las actas', ha señalado Lula en su habitual directo de los martes para los medios estatales.

Lula ha señalado que 'pilló por sorpresa' a esa supuesta trama de Bolsonaro puesto que cambió la fecha inicial en la que recogía su acreditación del TSE del 18 de diciembre para seis días antes.

'Aún así, montaron todo aquel carnaval, enfrentándose a la Policía, incendiando autobuses aquí en el centro de Brasilia', ha recordado así Lula, unos incidentes violentos desencadenados por el arresto de un seguidor de Bolsonaro, que derivaron en enfrentamientos con la Policía e incluso en un intento de asaltar una comisaría.

'Nuestro adversario contaba una mentira por segundo. Se levantaba mintiendo y se costaba mintiendo. Se inventaba cosas para contar al pueblo, se inventaba un remedio para quienes estaban enfermos de coronavirus, mentía sobre la economía, estaba en su ADN', ha dicho Lula refiriéndose a Bolsonaro.

La sospecha de que Bolsonaro pudo de alguna manera estar detrás de los ataques de las instituciones del 8 de enero en Brasilia han estado sobre la mesa desde un primer momento, en base a su negativa a reconocer su derrota en las elecciones y por alentar durante toda la campaña teorías infundadas de fraude electoral.

Como consecuencia, la comisión parlamentaria encargada de investigar los episodios de violencia de aquel día elaboró un informe en el que se recomendaba la imputación de Bolsonaro por diversos delitos, entre ellos asociación para delinquir, intento de abolición violenta del Estado de derecho, así como de tumbar un gobierno legítimamente elegido.