Los primeros auxilios salvan vidas

Cualquier persona en algún momento de la vida se puede ver en la necesidad de prestar los primeros auxilios a alguien que los necesite. Lo primero que se tendrá en cuenta es si está preparada para ello.

El deseo de socorrer no basta para ayudar por lo que resulta de gran importancia poseer conocimientos al respecto y no dejar nada a la improvisación.

Los especialistas coinciden en que los primeros auxilios consisten en la atención inmediata que se le da a una persona enferma repentinamente, lesionada o accidentada en el lugar de los acontecimientos.

El objetivo de los primeros auxilios -afirman-, es aliviar el dolor y la ansiedad del herido o enfermo y evitar el agravamiento de su estado. En casos extremos son necesarios para evitar la muerte hasta que se consigue asistencia médica.

Esta primera asistencia facilita que las lesiones sufridas no empeoren y la evolución de la persona accidentada dependerá de esta actuación.

Varía según las necesidades del paciente y la preparación del socorrista. "Saber lo que no se debe hacer es tan importante como conocerlo", porque una medida terapéutica mal aplicada puede producir complicaciones graves, según un artículo consultado.

Un sitio web que abordó el tema dijo también que con independencia de las lesiones ocasionadas, hay que observar una serie de normas generales como evitar el pánico y la precipitación, proteger de nuevos riesgos al accidentado, así como, a nosotros mismos y a los presentes en el lugar.

Conocedores consideran que deben evitarse los cambios de posición hasta que se determine el tipo de lesiones, de no ser que la colocación de la víctima le exponga a lesiones adicionales. Se le debe tranquilizar explicándole que ya ha sido solicitada ayuda médica.

La cabeza debe mantenerse al mismo nivel que el tronco, excepto cuando exista dificultad respiratoria. Si se producen náuseas o vómitos debe girarse la cabeza hacia un lado para evitar aspiraciones de lo cual se deduce que la primera actuación debe ser procurar al paciente la respiración aceptable.

Además se debe de conseguir la desobstrucción de las vías respiratorias para evitar la asfixia, extrayendo los cuerpos extraños y retirando la lengua caída hacia atrás. Si el paciente no respira por sí solo habrá que ventilarlo desde el exterior mediante respiración boca a boca hasta disponer de un dispositivo mecánico.

El segundo aspecto a corregir es el referente al sistema circulatorio. Una valoración inicial se obtiene tomando el pulso: esto permite conocer la frecuencia y ritmo cardiaco. Si presenta heridas o hemorragias debe de intentar taponarlas para controlar la pérdida de sangre; no se deben administrar fármacos estimulantes, ni alcohol, ni alimentos.

Por la importancia que tienen los primeros auxilios para preservar la vida humana sería conveniente que al menos los conocimientos básicos se adquirieran desde las primeras edades para perfeccionarlos en los sucesivos niveles educativos.