El ADN revela cuándo se unieron los humanos y los neandertales
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Científicos revelaron que los humanos modernos migraron fuera de África siguiendo rutas neandertales y se cruzaron con ellos durante un período del tiempo, sugiriendo múltiples interacciones y un intercambio genético que influyó en la población actual fuera de África.
Recientes análisis genéticos de restos de los primeros Homo sapiens hallados en Ranis, Alemania, y Zlaty kun, República Checa, indican que los humanos modernos comenzaron su migración fuera de África siguiendo rutas que ya habían sido exploradas por los neandertales. Según la investigación liderada por el antropólogo Arev Sümer del Instituto Max Planck, los Homo sapiens y los Homo neanderthalensis se cruzaron hace entre 45.000 y 49.000 años. Este estudio proporciona una cronología más precisa en comparación con estimaciones anteriores.
El hecho de que todos los humanos que se encuentran fuera de África presenten vestigios de este intercambio genético sugiere que ocurrió aproximadamente 80 generaciones antes del nacimiento de los individuos estudiados. Los hallazgos indican que hubo múltiples interacciones entre ambas especies. Según los investigadores, la población de Zlaty kun y de Ranis se separó tempranamente de otros linajes no africanos, y su ADN neandertal probablemente fue introducido a través de eventos distintos.
El estudio se centró en el análisis de los genomas nucleares de seis individuos de Ranis, datados en torno a hace 45.000 años. Aunque su ADN mitocondrial los identificaba como Homo sapiens, no se contaba con suficiente contexto para establecer su relación con otros humanos regionales vinculados a culturas específicas de fabricación de herramientas. De manera sorprendente, se descubrió un vínculo genético entre un individuo de Zlaty kun y dos de Ranis, lo que sugiere una conexión familiar y la posibilidad de que ambos grupos fabricaran herramientas similares.
Se extrajo ADN antiguo de alta calidad de uno de los individuos de Ranis y del espécimen de Zlaty kun. Ambos grupos presentaban genes asociados a la piel, el pelo y los ojos oscuros, en consonancia con los migrantes africanos recientes. Los resultados indican que estos primeros pioneros estaban formados probablemente por unos pocos cientos de individuos.
"Estos resultados nos proporcionan un conocimiento más profundo de los primeros pioneros que se asentaron en Europa. También indican que cualquier resto humano moderno hallado fuera de África, que tenga más de 50.000 años, no podría haber formado parte de la población común no africana que se cruzó con los neandertales y que ahora se encuentra en gran parte del mundo", explica el bioquímico del Instituto Max Planck, Johannes Krause, citado por Springer Nature.
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