Lluvias del huracán Ian afectan a Ciego de Ávila

La provincia de Ciego de Ávila recibe desde el amanecer el impacto de las bandas más extremas de alimentación del huracán Ian , las que dejan a su paso intermitentes aguaceros y descargas eléctricas.

El Centro Meteorológico provincial indicó a través de su canal de Telegram que las imágenes del radar de Camagüey muestran las afectaciones al territorio, con chubascos a intervalos , fuertes en ocasiones.

Usuarios de las redes sociales dan a conocer la mayor intensidad de las precipitaciones en la región suroeste, en poblados como Orlando González, en el municipio de Majagua.

La provincia, en Fase informativa, adoptó preventivamente medidas para la protección de la población, en zonas de posibles inundaciones o penetraciones del mar, como Júcaro, en la costa sur, desde donde se trasladó, a la cabecera municipal, a las embarazadas a término, y se habilitó un centro de evacuación para las familias en condiciones de vulnerabilidad .

Aunque no se reportan registros significativos de lluvia, se ha laborado con intensidad en la desobstrucción de canales para favorecer el rápido desagüe en zonas proclives a inundaciones como las aledañas a La Playita y La Turbina, en el municipio cabecera, en tanto se vigilan los escurrimientos provenientes de las presas de Sancti Spíritus, que pueden complicar la situación en Florencia y Chambas, por el norte, y Venezuela, por el sur..

Pedro Rodríguez Mora, director técnico de la Empresa de Aprovechamiento Hidráulico en el territorio, precisó a la Agencia Cubana de Noticias que las seis obras hidráulicas del territorio acumulan el 69 por ciento de la capacidad total, por lo que pueden recibir 46 millones 499 mil metros cúbicos de agua.

Se mantiene estricto control sobre Las Margaritas, que almacena seis millones 378 mil metros cúbicos de agua, cifra que representa el 88,5 por ciento del total, pues su vertimiento tiene lugar a través de río Maniadero, que llega al municipio de Venezuela.

Igualmente se ha trabajado en la creación de capacidad de drenaje ante el posible desbordamiento de los ríos Guayacanes y Majagua, como ocurrió cuando el paso de la tormenta tropical Eta en 2020.