Los Leones de Industriales y los Tigres de Ciego de Ávila vencieron en sus respectivos partidos para empatar los duelos de playoffs y obligar a un séptimo y decisivo juego que definirá los semifinalistas de la LXIII Serie Nacional de Béisbol.

Los capitalinos derrotaron 7-5 a las Avispas de Santiago de Cuba en un pleito que se extendió a 10 capítulos en un abarrotado estadio Guillermón Moncada.

Los anfitriones tomaron una ventaja en la primera mitad gracias a un cuadrangular con uno a bordo se Adriel Labrada y a sendos tubeyes impulsores de Harold Vázquez y Euclides Pérez, que le dinamitaron el montículo al abridor Leodan Reyes.

El relevista Yandi Molina aguantó a los orientales durante tres entradas y dos tercios, trayecto suficiente para que su tropa igualara las acciones.

A cuenta gotas fueron marcando las rayitas los felinos, quienes también lograron sacar del box al abridor Yosiel Serrano y le anotaron dos veces al experimentado Alberto Bisset gracias a las deficiencias defensivas de sus contrarios y a un doblete remolcador de Oscar Valdés.

En la entrada extra los discípulos de Guillermo Carmona pisaron tres veces la goma del plato con par de rolatas al cuadro y un jit de Yamil Rivalta y el zurdo Yordan William Bustamante pudo sostener la ventaja para acreditarse el triunfo.

En el Julio Antonio Mella de las Tunas los Tigres vencieron 3-1 a los Leñadores de esa provincia en un desafío que se decidió en las postrimerías.

Un bambinazo de Rubén Valdés con un compañero en circulación, ante un envío del relevista y derrotado Keniel Ferraz, rompió un abrazo a la altura del octavo episodio y sentenció el choque.

La tropa avileña había anotado una en el sexto capítulo frente al abridor Yadier Zamora por un sencillo del mismo Valdés, sin dudas el jugador más valioso del partido.

La única anotación de los vigentes campeones nacionales salió de las muñecas de Denis Peña con un vuelacercas en el mismo sexto apartado.

Fue lo único que pudieron hacerle a Yankiel Tamayo, quien se mantuvo seis capítulos en la lomita, pero el crédito se lo llevó el rescatista Yunier Batista con un trabajo inmaculado durante el último tercio de juego, donde solo aceptó un indiscutible y ponchó a cinco rivales.