Lavrov advierte a EE.UU. ante posible envío de misiles de largo alcance a Ucrania

El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, advirtió este miércoles a la Casa Blanca que no bromee con las líneas rojas de su país, ante los informes de que Washington estaría estudiando entregar misiles de crucero a Ucrania para los cazas F-16.

'Los estadounidenses traspasaron ya el umbral que ellos mismos se marcaron (​​​...) Es mejor no bromear con nuestras líneas rojas', dijo el jefe de la diplomacia rusa en una entrevista al periodista Pável Zarubin.

La obsesión de los partidos políticos estadounidenses por el poder, sostuvo Lavrov, lleva de momento solo a una mayor escalada.

'Estoy seguro que en ese país hay gente inteligente con cierta influencia. 

Espero que tengan en cuenta los intereses de Estados Unidos', subrayó.

El responsable de la política exterior de Rusia consignó también que los estadounidenses empezaron a perder el sentido de la disuasión recíproca.

Lavrov recordó las recientes declaraciones de funcionarios de la Casa Blanca de que había que tener cuidado con el incremento de la ayuda a Ucrania para no provocar la Tercera Guerra Mundial que afectaría a Europa.

'Los estadounidenses tienen la convicción, a nivel del ADN, de que nadie les tocará (...) Comienzan a perder esa sensación de la disuasión recíproca. Y esto es muy peligroso', enfatizó.

Las fuerzas de Rusia llevan a cabo una operación militar desde febrero de 2022 para detener los bombardeos ucranianos contra los civiles de Donetsk y Lugansk, dos regiones que se independizaron de Ucrania en 2014 y se adhirieron a Rusia en septiembre de 2022.

Conforme al liderazgo ruso, los objetivos de la campaña militar son detener 'el genocidio de los pueblos de Donetsk y Lugansk que cometía el régimen ucraniano' y atajar los riesgos de seguridad nacional que representa el avance de la OTAN hacia el este.

Estados Unidos se implicó en el conflicto ucraniano con el envío de grandes cantidades de armas al Gobierno de Kiev.

Varios expertos alertaron que un choque armado directo entre Estados Unidos y Rusia tendría consecuencias impredecibles para Europa y el mundo.