Las sequías se incrementan desde hace 121 años

La sequía está aumentando constantemente en todo el mundo desde hace 121 años y la situación empeoró todavía más desde 1981 y después desde 2018.
   
El motivo de esta tendencia es una atmósfera cada vez más seca, tan seca que arranca humedad al suelo.
   
Así lo muestran los datos del estudio publicado en la revista Nature coordinado por la Universidad de Oxford, con el grupo de Solomon Gebrechorkos.
   
Nuestro planeta no solo se está calentando a velocidad récord, sino que registra sobre todo un aumento de los eventos extremos, con precipitaciones intensas y periodos áridos.
   
Estos últimos, observan los autores de la investigación, no estarían determinados solo por la ausencia de precipitaciones, sino que serían el resultado de un conjunto de parámetros difíciles de cuantificar.
   
Combinando datos históricos, medidas en el campo y datos de los satélites, los investigadores reconstruyeron la historia del aumento de la sequía a nivel global a partir de 1901 hasta 2022.
   
Emergió una curva en continuo ascenso y con una velocidad acelerada en el tiempo.
   
A partir de 1901, durante 80 años la sequía aumentó constantemente de forma gradual hasta que en 1981 se registró una aceleración de la tendencia del 40%, que permaneció inmóvil durante 37 años.

Desde 2018 se registró una nueva aceleración hasta tal punto que en los últimos cinco años la extensión de las zonas del mundo afectadas por la sequía aumentó en un 74% respecto a los 40 años anteriores.
   
El año peor fue el 2022, el último estudiado, cuando el 30% de la superficie terrestre fue afectada por una sequía moderada y extrema, sobre todo en Europa y África oriental.
   
El estudio destaca que a nivel global las zonas más áridas se están volviendo todavía más secas y las zonas húmedas ahora registran tendencias a la sequía.
   
Las únicas excepciones son regiones como Asia meridional y sud-oriental o América del Norte oriental, que en los últimos 40 años están mostrando una tendencia al aumento de la humedad.
   
Los autores de la investigación observan que detrás de la difusión de la sequía está en buena parte la "demanda evaporativa atmosférica" que mide la "sed" de la atmósfera, es decir, la capacidad de quitar vapor de agua al suelo o a las plantas.
   
El fenómeno se debe a una mezcla de elementos, como la temperatura, la humedad, el viento y la presión que, combinados entre ellos, hacen que los períodos áridos sean más intensos.
   
Las repercusiones afectan a enteros ecosistemas, como había subrayado también la investigación publicada en Science en enero de 2025, dirigida por el Instituto federal suizo para el estudio de los bosques, la nieve y el paisaje, que había registrado más de 13.000 eventos de sequía de una duración de más de dos años menos de 40 años, entre 1980 y 2018.
   
Eventos como este podrían tener impactos económicos importantes también en Europa, tanto que la Comisión Europea prevé para antes de final de siglo la reducción del Producto interior bruto (PIB) de cerca del 7% a causa del cambio climático.