La verdad de Cuba hay que replicarla cuantas veces sea necesaria
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Foto: Tomada de ACN.
Cuba ha vivido en los últimos días bajo los efectos más duros de una guerra mediática que, si bien se agudizó meses atrás en acciones incitadoras a través de canales como las redes sociales, terminó por consolidarse en actos violentos y vandálicos de ciertos ciudadanos, contra la propia población, hospitales, comercios, estaciones de policía, y otros lugares.
Lo ocurrido el domingo 11 de julio en varios puntos del archipiélago, no tuvo algún matiz pacífico, como tampoco fue algo genuino de los “manifestantes”, pues actuaron como crédulos intérpretes de una obra teatral que los del norte arreglaron para desestabilizar el orden social y con ello, entre otras cosas, evitar un retroceso en la política de Trump hacia Cuba a revisar por Biden.
Para llevar a las tablas todo este show, cuyos sucesos fueron esparcidos instantemente por cuantos medios independientes y de la Florida como cadenas televisivas existieran, las redes sociales: Facebook, Twitter, Instagram y YouTube, funcionaron como principales plataformas para el desarrollo y la difusión de lo que según ellos iba aconteciendo.
Fue así que muchas personas, más las de afuera que las de adentro, aunque aquí también las hubo, cayeron en el bache de la manipulación. No fueron pocos los que se fueron con la de trapo, sin indagar por otra vía, sin contrastar fuentes, incluso lo que tienen familia en Cuba, preguntar si lo que estaban viendo por su celular o televisor coincidía con lo que se estaba viviendo.
Las mentiras que han difundido medios extranjeros e independientes como ADN y Cibercuba ha demostrado la poca seriedad y ética con que trabajan sus periodistas, si es que así se les pudiera llamar. Han narrado historias que van más allá de la ciencia ficción, inventando niños y hombres heridos y fallecidos, mujeres agredidas, listas de desaparecidos y policías represores.
En respuesta, los medios de comunicación nacionales durante todas estas jornadas han trabajado por desmentir cada fotos y videos manipulados y cuantas historias de agresión se inventaron de la policía cubana para culparlas de fuerzas represivas de la dictadura cubana, como bien les gusta definirnos, cuando estos fueron las primeras víctimas bajo golpes, piedras y palos.
Ahora más que nunca, la televisión y medios cubanos tienen la misión de revelar la verdad, hay que seguir aportando pruebas con entrevistas a detenidos y videos de cámaras de seguridad para que el pueblo conozca lo que realmente pasó y los que estuvieron implicados, y con ello, abrirles los ojos a quienes no se interesan por ver el NTV para que confíen en su prensa nacional.
El papel de los periodistas cubanos revolucionarios también va hacia los emigrados que se olvidaron de abrir Cubadebate, el de más alcance internacional de nuestros medios, y que vivieron aquí como quien dice hasta ayer y estaban bien claros de cómo era y es esto. Hacia ellos también está enfocada nuestra compaña en contra de noticias falsas y construyendo la verdadera Cuba de hoy.
A la verdad, hay que por todos los medios y cuantas veces sean necesarias replicarla. Decir la verdad es ser justo, fiel, consecuente consigo mismo y con su familia, y es ser un buen ciudadano. Las mentiras por más que tengan patas cortas, hay quienes son cortos de mentes y racionalidad y se dejan engañar, pero a esos es a quienes más hay que ayudar a entender la verdad.
Como bien declaró Miguel Díaz- Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República en la explanada de la piragua el 17 de julio, “estamos bajo el fuego sofisticado de una ciberguerra que incluye el ciberterrorismo y el terrorismo mediático en su instrumental agresivo”.
“En el apogeo de la mentira se emplean imágenes falsas, lo que ya ha sido bien documentado por nuestros periodistas, se estimulan y glorifican el desacato y la destrucción de inmuebles, la compulsión al asalto y el acoso amenazante a ciudadanos y a las familias. (…) Ahora mismo lo que el mundo está viendo de Cuba es una mentira”, añadió.
“No es raro que, bajo ese bombardeo mediático, algunos duden y se pronuncien suponiendo una separación que no existe: un pueblo levantado contra el Gobierno y a un Gobierno que reprime a su pueblo. Entiendo que son avasalladoras las armas del adversario, pero, ¡al lado del pueblo, con el pueblo y por el pueblo siguen estando la Revolución”, enfatizó el mandatario cubano.
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Antonio
Loro
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