La Habana, pasos hacia la adaptación
especiales
La erosión en la playa de los rusos, en La Habana del Este, exige de la voluntad de la población residente en el entorno costero. Foto: Raúl San Miguel
Pese a las alertas reiteradas de la ciencia, todavía hay quienes creen que el cambio climático es asunto de otros y del futuro. No lo es, está aquí y ahora. Sus impactos se sienten en la piel y sus amenazas son mayores para los seis municipios que miran al mar.
La Zona Costera de La Habana (Zch) tiene una longitud de 47 kilómetros, que atesoran un sólido patrimonio natural, estético, cultural, social y económico. Como los peligros son reales y lo saben quienes viven, por ejemplo, en los bajos de Santa Ana, en Playa, la opción no podía ser quedarse de brazos cruzados.
Surge entonces AdaptHabana, el Plan de Adaptación de la zona costera de La Habana, como continuidad a miradas estratégicas. De acuerdo con Yadira González Columbié, directora de la Unidad de Coordinación Técnica de ese proyecto, los estudios han demostrado que esa es la zona más afectada por eventos meteorológicos extremos y efectos del cambio climático. “Esto quedó demostrado cuando, en septiembre de
2017, la zch experimentó los impactos significativos del huracán Irma”, recordó.
Irma, explicó, expuso vulnerabilidades claves y ratificó la necesidad de completar estudios sobre la adaptación al cambio climático (acc), específicamente, para comprender el comportamiento de las inundaciones costeras y diseñar medidas de adaptación efectivas con el fin de aumentar la resiliencia en secciones de la zch donde los impactos son significativos.
Vista la realidad como una oportunidad para actuar, Cuba presentó la propuesta de proyecto al Fondo Verde del Clima, que lo aprobó en diciembre de 2021, para un período de 54 meses, hasta junio de 2026.
¿QUÉ Y CÓMO?
AdaptHabana es ejecutado técnicamente por el Instituto de Geofísica y Astronomía de la Agencia de Medio Ambiente, del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma), con el acompañamiento de
su Delegación Territorial habanera. La implementación corre a cargo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (pnud).
Desde la década de 1990, señaló González, Cuba ha reconocido los riesgos asociados con el cambio climático y ha realizado esfuerzos para abordar los riesgos en su agenda ambiental y de desarrollo y se han implementado iniciativas relacionadas con sus impactos y la adaptación que incluyen la Zch, entre ellos, los estudios de Peligro, Vulnerabilidad y Riesgo de Desastres (Pvr), el proyecto Escenarios de peligro y vulnerabilidad de la zona costera cubana asociados al aumento del nivel medio del mar para 2050 y 2100 (Macroproyecto) y el Plan de Estado para el enfrentamiento al cambio climático, Tarea Vida, adoptado en 2017, y que incluye a la zona costera habanera entre las cinco áreas prioritarias.
AdaptHabana es considerado un marco propicio para la implementación de la Tarea Vida en La Habana, al aportar herramientas metodológicas dirigidas a la evaluación del riesgo climático y la ordenación del territorio, considerando los requerimientos de adaptación, de cara a su replicación nacional.
De acuerdo con la directora técnica, este tiene seis sectores prioritarios: salud pública, recursos hidráulicos, agricultura, turismo, biodiversidad marina costera y ordenamiento territorial.
“Su objetivo es formular un Plan de Adaptación para la Zona Costera de La Habana, que considere los riesgos climáticos de mediano (2030) y largo plazos (2050) y las vulnerabilidades específicas e integre las medidas de adaptación y las decisiones de inversión en el proceso de planificación del desarrollo, con la participación de las principales partes interesadas nacionales y locales”, dijo González.
Alcanzar este objetivo beneficiará directamente a las autoridades del Gobierno de La Habana y sus seis municipios, de los seis sectores prioritarios a nivel provincial y municipal y a los habitantes de la zona costera, con prioridad para las mujeres y los grupos vulnerables.
¿QUÉ ESPERAR DE ADAPTHABANA?
Como parte de AdaptHabana, explicó su directora técnica, se realizaron encuestas a la población que han permitido tener mayor claridad acerca de los vacíos de conocimientos sobre el cambio climático y, con ello,
perfilar hacia dónde debe trabajarse.
Por otra parte, como proyecto de creación de capacidades, se actualiza la información para formular el Plan de Adaptación, con medidas alineadas con la planificación del desarrollo nacional, local y sectorial. Al final del camino, se contaría con un Plan de Adaptación para la zona, a partir de tener un banco de datos de rrd-acc, estudios de riesgos actualizados, programa de capacitación y estrategia de comunicación.
Se proyecta disponer de lineamientos para la planificación física actualizados, hoja de ruta de adaptación, carpeta de ideas de proyectos, asistencia legal y estrategia de financiación, así como una Plataforma de gestión de la información y el conocimiento y un Sistema de monitoreo y evaluación, que darán continuidad a la semilla plantada por el proyecto, entre otros documentos metodológicos.
A juicio de la directora técnica, una fortaleza para el proyecto –presentado como experiencia cubana en la Conferencia de las Partes de la Convención Marco sobre Cambio Climático Cop 28, en Dubai-, es la existencia del Grupo Provincial de enfrentamiento a esta problemática, coordinado por el Gobierno de la capital y la participación de los representantes municipales de los seis sectores priorizados.
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