LA FOTO: Toma, toma los míos,… aunque yo no tenga más en mi casa
especiales
Foto: tomada de Facebook
Con el paso de los días será una foto más entre las miles que, desde el paso del ciclón Ian, los cubanos han ido subiendo a las redes para testimoniar sobre ayudas, solidaridad y recuperación.
Y para que no sea una más, aquí la rescato, porque da fe de sucesos que no deberían perderse en el cataclismo de la desmemoria.
Artísticamente no es una gran foto, pero el humanismo que retrata sí que es grande: El muchacho llegado a tierra pinareña para llevar donaciones y ofrecer su ayuda y su arte, se ha tropezado con alguien bien necesitado a quien no le servía ninguno de los zapatos que llevaban de donación, y, sin pensárselo dos veces, se quitó los suyos para dárselos.
«Para María o Juana (no recuerdo nombres) no se encontró su número de zapatos, pero Marcos, mi actor más joven, se quitó sus tenis y los regaló sin resentimiento alguno, así de sencillo como suelen ser las cosas cuando salen del alma».
Así quedó recogido en Facebook y habría que multiplicarlo, difundirlo a voces.
Si los niños cubanos de tantas generaciones se han aprendido de memoria Los zapaticos de rosa, ese antológico poema martiano donde Pilar entrega sus zapatos a la niña descalza pidiéndole: «¡Oh, toma, toma los míos/ yo tengo más en mi casa!», los cubanos por nacer al menos deberían de enterarse de que, en este octubre del 2022, un joven coterráneo —quizás muchos más— igual se quitó sus zapatos para entregarlos a quien los necesitaba.
Y en este caso, es bastante probable que él no tuviera muchos más en su casa.
Esta es la imagen original, por exigencias del formato no aparece completa arriba.
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