Judoca Ortiz se instala en semifinales de +78 kg

Dos victorias mostrando crecimiento de una presentación a otra, permitieron a la judoca cubana Idalys Ortiz instalarse en las semifinales de la división de más 78 kilogramos en los Juegos de la XXXII Olimpiada.

El Nippon Budokan fue testigo de una victoria muy disputada en la ronda de 16 ante la portuguesa Rochele Nunez, por wazari en regla de oro con técnica de Seoi-nage.

Fue el inicio de un día intenso y especial, el día en que la artemiseña busca su cuarta medalla olímpica y que puede marcar el cierre de una carrera tan larga como brillante. Se notó algo de nervios, propios de romper la inercia…

Luego la vimos más distendida y segura, con una contenida sonrisa de confianza a flor de labios, como diciendo «allá voy…».

Entonces subió al tatami como una roca y aguantó los primeros embates de la china Shiyan Xu, a quien le marcó un primer wazari mediante técnica de Tsuri-goshi, y un segundo con acción del tipo Seoi-nage que decretó el ippon a los 2:25 minutos de actividad.

Tranquila y sin visos de cansancio se detuvo en la zona de entrevistas para ver el desenlace del combate que definía su oponente en semifinales, entre la francesa Romane Dicko y la brasileña Maria Suelen Altheman.

Observó la victoria de la gala en una acción que dejó lesionada a la sudamericana, y tras confirmar a este periodista que hablaría «después», hizo un gesto afirmativo con el rostro sobre lo apreciado en el televisor. Eso seguro significa que sí, que se puede sacar del camino a la actual reina europea y de varios grand prix y grand slam.

La otra semifinal estará animada por la japonesa Akira Sone, gran favorita a la corona, y la azerí Iryna Kindzerska.

El otro cubano enrolado en las actividades matutinas del judo, Andy Granda (más 100 kg), cedió en la ronda de 32 por wazari ante Temur Rakhimov, de Tayikistán.

Entre las noticias del día estuvo la derrota en cuartos de final del afamado francés Teddy Riner, a manos del ruso Tamerlan Bashaev por wazari, técnica de Sumi-otoshi, en alargue a regla de oro.