El director del mayor hospital de Gaza, Dr. Mohamed Abu Salmiya, que tenía un rostro cambiado y delgado en comparación con las fotografías antes de su cautiverio el pasado 23 de noviembre, ha pedido una acción inmediata de la Resistencia para la liberación de los prisioneros palestinos.

Israel arresta al jefe del mayor hospital de Gaza y varios médicos

“Muchos prisioneros fueron martirizados en las celdas de interrogatorio y dejamos atrás a miles de detenidos retenidos por la ocupación”, ha manifestado el galeno tras salir de prisión. Ha denunciado también que médicos y enfermeras israelíes golpean y torturan a los prisioneros palestinos y tratan los cuerpos de los detenidos como si fueran objetos inanimados.

Asimismo, Abu Salmiya ha asegurado que cada prisionero retenido por la ocupación perdió alrededor de 30 kilogramos de peso, se les negó comida y se los sometió a torturas.

“No nos reunimos con abogados ni nos visitó ninguna institución internacional y, durante dos meses, ninguno de los prisioneros comió más de una barra de pan al día”, ha especificado.

Faraj al-Samuni, otro preso palestino liberado, ha denunciado también que los detenidos sufren torturas, abusos y agresiones y ha explicado que diversas enfermedades se han propagado entre los prisioneros debido a las malas condiciones de detención, ha informado la agencia palestina de noticias WAFA.

Anteriormente, el ministro de seguridad interna israelí, Itamar Ben-Gvir, propuso ejecutar a los prisioneros palestinos con el objetivo de vaciar las cárceles, en referencia a la falta de espacio en las cárceles israelíes a raíz de las intensas campañas de detención realizadas por el ejército israelí desde el pasado 7 de octubre.

Israel desató una guerra genocida contra Gaza en represalia por el fracaso sufrido durante la operación Tormenta de Al-Aqsa, ejecutada el 7 de octubre pasado por HAMAS contra objetivos israelíes en los territorios ocupados, en respuesta a décadas de crímenes contra el pueblo palestino.

Los indiscriminados bombardeos y la ofensiva terrestre de las fuerzas de ocupación contra el sitiado enclave palestino han dejado un saldo fatal de al menos 37 877 muertos y cerca de 87 000 heridos, mientras que unas 10 000 personas se encuentran desaparecidas bajo los escombros, de acuerdo con estimaciones de las autoridades gazatíes.