¿Impacto de los glaciares en Cuba?
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En Cuba no existen territorios cubiertos de hielo, si se excluyen los fenómenos de escarcha que eventualmente ocurren de manera local, aseguró en esta capital un experto en la materia.
Una situación de ese tipo obedece a la zona tropical y la elevada temperatura de las corrientes oceánicas en su entorno geográfico, argumentó el profesor Luis Enrique Ramos Guadalupe, coordinador de la Comisión de Historia de la Sociedad Cubana de Meteorología.
También a la altura de sus montañas bajo la cota de dos mil metros sobre los 20º de latitud, lo que hace improbable las precipitaciones en forma de nieve y su ulterior acumulación, añadió en una reseña sobre el particular.
Siendo así, pudiera pensarse que las ciencias criosféricas carecen de interés para nosotros, pero la realidad muestra una perspectiva bien distinta si se tiene en cuenta que los glaciares integran el sistema climático global, además de los servicios ambientales que prestan, puntualizó.
Opinó que en caso de continuar la fusión de los hielos marinos o fluviolacustres, si desaparecen los glaciares y se reduce la cobertura helada en los territorios continentales, Cuba y otros estados insulares sufrirán por la disminución del efecto regulador de aquellos en la temperatura mundial.
Advirtió que el derretimiento del hielo influirá en la elevación del nivel medio del mar y el consiguiente avance de las aguas más allá de la línea costera actual, lo cual provocaría la pérdida de cientos de kilómetros cuadrados de territorio y la amplificación de las inundaciones asociadas a eventos hidrometeorológicos extremos, como los ciclones tropicales.
En ese caso, indicó, las mareas de tormenta tendrían cada vez mayor extensión.
Por lo general, continuó, se prevé que el retroceso de los glaciares y la fusión del permafrost reduzcan la estabilidad de las laderas montañosas, que sea mayor la incidencia de las inundaciones por el desbordamiento de lagos glaciares, y que los deslaves y avalanchas de nieve se produzcan en nuevos lugares o en estaciones distintas.
Mencionó el informe experto para la ONU, según el cual, es evidente que el calentamiento global ha provocado en las últimas décadas la contracción generalizada de la criosfera, con pérdidas de masa en los mantos de hielo y los glaciares, y reducciones de la cubierta de nieve que alteran el volumen y la estacionalidad de la escorrentía.
Todo ello impacta en los recursos hídricos de las cuencas fluviales que se sostienen con los aportes de las nieves, con efecto en la disminución del rendimiento agrícola en regiones de alta montaña, la escasez de agua, o la reducción de su disponibilidad en las cuencas bajas, conjuntamente con el ya citado aumento del nivel del mar y el desplazamiento de las poblaciones adyacentes a la línea costera.
Los estudios también señalan que el incremento de la temperatura global tendrá efectos irreversibles en ecosistemas de baja resiliencia en las zonas polares y de montaña, y en los deltas litorales, en la disminución de las reservas naturales de agua dulce y los cambios en la circulación de las corrientes oceánicas.
En vistas de estos múltiples impactos, es necesario destacar que en el tercer mes del año el 21 es el Día Mundial de los Glaciares, al siguiente el Día Mundial del Agua y el domingo el Día Meteorológico Mundial, y en cada una de estas fechas, la ciencia cubana tiene mucho que decir y experiencias que aportar con la implementación del Plan de Estado para el enfrentamiento al cambio climático, nuestra crucial Tarea Vida, concluyó Ramos Guadalupe.
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