"Igualdad", reclama Magic Johnson
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Estados Unidos es por lejos el país más afectado por la pandemia global de Covid-19, que además de la soberbia criminal del gobierno de Donald Trump puso de manifiesto una vez más las enormes desigualdades sociales.
Según un reciente informe, la población afroestadounidense es la más golpeada del país no por cuestiones vinculadas a la genética, sino porque suele ser la más expuesta a esa desigualdad que se traduce también en más cantidad de muertes.
Frente a este panorama, el ex astro de Los Angeles Lakers y de la NBA Earvin "Magic" Johnson se puso en la piel de Martin Luther King y de otros emblemáticos líderes por los derechos civiles de los negros en Estados Unidos y reclamó "igualdad".
Como lo hiciera hace casi medio siglo el recordado pastor y activista que fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz y asesinado en 1968, el ex basquetbolista exigió hoy al gobierno "paridad en el acceso a la salud de todas las comunidades".
En diálogo con la CNN, Johnson destacó que la población afroestadounidense es la más golpeada en el país más golpeado del planeta con cerca de 17.000 fallecidos y más de 466.000 infectados sobre un total de 1,6 millones en todo el mundo.
"Los test de Covid-19 deberían estar disponibles en todos los rincones del país para que todas las comunidades tengan acceso al mismo", afirmó el cinco veces campeón de la NBA y ganador del oro olímpico en los Juegos de Barcelona 1992.
Jonhson nació hace 60 años en Michigan, donde la población negra representa apenas el 14 por ciento del total, pero suma más del 30 por ciento de los casos y un 40 por ciento de los muertos en ese estado.
A su jucio, amén de la desigualdad, otro de los males que hacen aún más grave la situación frente a la pandemia es "la desinformación, que contribuye a agravar el problema y hace que el panorama se parezca mucho al de hace 30 años".
Por aquellos tiempos "sucedía lo mismo con las noticias sobre el HIV (virus que lo infectó y del que hace un año se dijo logró despojarse). Los negros pensaban que no podían contraer el SIDA", recordó.
"Lo mismo sucede hoy con el coronavirus, por eso vemos tantas víctimas de Covid-19. La gente esparció el rumor de que los negros no podíamos contagiarnos y ahora no sólo vemos que sí podemos infectarnos, sino que podemos morir también", destacó.
"Por eso, debemos trabajar en nuestra comunidad para que todos tomen conciencia de la gravedad del problema que enfrentamos y de que el virus es letal", aconsejó al tomar las banderas de la lucha contra esta enfermedad.
En 1991, Johnson se convirtió en emblema del combate contra el SIDA al reconocer públicamente que estaba infectado, convirtiéndose en el primer astro del deporte en confesar ser seropositivo. Con el mismo coraje que demostró entonces y aprovechando su fama mundial, hoy se pone al frente de la batalla contra el coronavirus y la discriminación, un mal que azota a la población mundial desde ante que esta enfermedad irrumpiera en escena.
"La razón por la que hoy estoy vivo es el diagnóstico precoz.
Hace 30 años me enteré que estaba infectado por un examen que terminó salvándome la vida", aseguró Johnson, según el cual la igualdad en la cura y el acceso a la información "harán la diferencia" De paso, metió el dedo en la llaga del sistema sanitario estadounidense al recordar que "los afroamericanos tenemos muchos problemas de salud, desde el HIV, a la obesidad, la diabetes y la presión alta".
"Ahora se suma el Covid-19 y la situación es por demás compleja debido al escaso acceso a la salud, lo cual transforma al virus en un problema imbatible", completó en diálogo con la cadena televisiva, que refrendó sus dichos.
La propia CNN destacó que los primeros datos de varias ciudades del país reflejan que el número de afroestadounidenses fallecidos por causa del coronavirus es porcentualmente muy superior en varias de ellas al de blancos.
En Chicago, por ejemplo, a comienzos de esta semana el 72 por ciento de las víctimas del Covid-19 eran negras, cifras confirmadas incluso por uno de los voceros gubernamentales en cuestiones de salud pública como Jerome Adams.
Hasta hace pocos días, casi el 30 por ciento de los decesos en Nueva York, epicentro de la enfermedad en este país, correspondían a ciudadanos afroestadounideses, que suelen ser los peor remunerados y también los más expuestos.
Lo mismo puede decirse de la población de origen latinoamericano, que tiene idénticas dificultades para acceder a la cobertura de salud y a los empleos mejor pagos aún cuando algunos de ellos están hoy a la vanguardia de la lucha contra la pandemia.
Suele oírse decir que el Covid-19 no discrimina pues afecta por igual a ricos y pobres (la realeza británica es una clara muestra de ello). No sólo mata el virus, sino también la desigualdad, habría que agregar.
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