Gretel Cazón trajo su canto de cubanía a París

Un baño de cubanía y una reverencia a la música latinoamericana fueron los rasgos distintivos de la segunda presencia de la cantante y actriz Gretel Cazón en París, enmarcada en las jornadas de la cultura cubana.
 
Esta semana, la joven artista cubana, quien se distingue por una poderosa y armónica combinación de sus cualidades musicales y escénicas, ofreció un concierto en la Maison de l’Amérique Latine y participó en un homenaje al poeta nacional de la isla, Nicolás Guillén, en el Grand Hotel Saint Michel, donde también deleitó al público con su talento.

Siempre es una experiencia maravillosa venir y actuar en esta ciudad especial por su historia y su cultura, e igualmente especial por la acogida aquí de la comunidad cubana, confesó a Prensa Latina.

Las huellas dejadas en París por grandes exponentes de la cultura de la nación antillana, como el propio Guillén, Rita Montaner, Sindo Garay y muchos otros constituyen para Cazón un elemento de peso para volver y mostrar lo mejor de sí.

En su repertorio se encuentran temas eternos como Perla Marina, de Garay, Una Rosa de Francia, de Rodrigo Prats, Damisela Encantadora y Siboney, de Ernesto Lecuona, El Manicero, de Moisés Simons, La Gloria eres tú, de José Antonio Méndez, Noche Cubana, de César Portillo de la Luz, Quizás, quizás, quizás, de Osvaldo Farrés, y Rabo de Nube, de Silvio Rodríguez.

El público que acudió el miércoles a la Maison de l’Amérique Latine disfrutó y coreó de varios de esos clásicos, en un concierto en el que la intérprete estuvo acompañada por sus Musas, el guitarrista Lino Vélez y el cantante francés Marc Isla.

Agradezco mucho la acogida, las vivencias emocionantes y el aporte de todos esos artistas, en una velada llamada Una canción de La Habana dedicada a París, en la cual también ofrecimos canciones latinoamericanas incluidas en mi más reciente disco Como La Alondra, del sello Unicornio de Producciones Abdala, comentó Cazón.

La víspera, el Grand Hotel Saint Michel de París acogió un homenaje al poeta Guillén, quien vivió allí en la segunda mitad de la década de los años 50, en el cierre de las jornadas en saludo al Día de la Cultura Cubana, que recuerda el 20 de octubre de 1868, cuando se entonó por primera vez La Bayamesa, el himno nacional del país caribeño.

Cazón aportó un colofón hermoso a la actividad con la interpretación del poema de Guillén musicalizado por el trovador Pablo Milanés De qué callada manera, el cual corearon los presentes.

Respecto a los proyectos futuros, Gretel se mantuvo fiel a su visión de que lo importante no es tanto adelantar lo que vendrá, y sí trabajar duro y a diario para conseguirlo.

¿Proyectos?, pues vivir intensamente el momento, con la felicidad de brindar lo que sé hacer, acotó la artista, quien en agosto actuó en México en la octava edición del Festival Mundial del Bolero.