Francia, entre cenas clandestinas y vacunas
especiales
Francia, que atraviesa su tercer confinamiento ante un nuevo aumento de casos, enfrenta un escándalo de presuntas cenas ilícitas violatorias de las restricciones vigentes y que podría involucrar a miembros del gobierno, mientras apura la producción nacional de inmunizantes
Una gran indignación se desató en el país por un reportaje televisivo de la emisora ;;M6 sobre supuestas "cenas clandestinas" en locales de lujo, con destacados invitados -entre ellos parlamentarios y ministros de gobierno- sentados en la mesa sin respetar las distancias y con ausencia total de barbijos pese a las restricciones existentes por el avance dela pandemia.
Identificado a las pocas horas, el presunto organizador de las veladas clandestinas afirmó haber "bromeado" con esas citas que dijo haber tenido con altos funcionarios, que "no fueron reales"; mientras tanto, el fiscal ha abierto una investigación penal.
En el reportaje realizado con cámara oculta, M6 había mostrado un restaurante subterráneo -luego identificado como el Palais Vivienne, en el corazón de París- en el que nadie, ni siquiera los camareros, llevan máscaras, ni se respetan las distancias.
Muchos abrazos y besos entre los participantes, en un ambiente muy festivo. Como si nada estuviera pasando en el mundo, según destaca la información.
Imágenes similares fueron filmadas en otra cena con decenas de invitados, sin respetar ninguna norma mientras los bares y restaurantes están cerrados en la capital francesa desde el 29 de octubre.
El fiscal Rémy Heitz ha ordenado una investigación tras la ola de polémica que siguió a la retransmisión. En las imágenes, entre otras cosas, se puede escuchar al dueño del Palais Vivienne (una voz distorsionada deliberadamente pero inmediatamente identificada en las redes sociales como la de Pierre-Jean Chalencon) diciendo: "Cené en dos o tres supuestos clandestinos restaurantes, con varios ministros".
Golpeado por la tormenta mediática y la investigación, Chalencon ya se retractó ayer por la tarde a través de su abogado, alegando haber "bromeado" y haber recurrido al "sentido del absurdo". Pero el escándalo, se teme, puede caer sobre altos funcionarios, si alguno asistió a esas veladas.
En tanto, la producción autónoma de vacunas contra el Covid-19 comienza esta semana en Francia gracias a varias plantas subcontratadas, un logro que puede ensombrecerse por el escándalo delas "cenas clandestinas".
El objetivo de esta producción nacional es lo que el presidente Emmanuel Macron ha llamado "una cuestión de independencia". Está prevista la producción de 250 millones de dosis para finales de año.
Las primeras ampollas "made in France"' saldrán de los laboratorios de Delpharm, que ha firmado un contrato desde hace mucho tiempo con Pfizer y BioNTech.
Así, gracias a una inversión de varios millones, financiada en parte por el estado, y 5 meses de preparación, todo está listo. Recipharm y su fábrica, que tiene un acuerdo con Moderna, también se activarán a mediados de abril.
Luego, Sanofi que, mientras esperaba producir su propia vacuna, firmó una asociación con Janssen. Finalmente, la planta de Fareva producirá dosis de Curevac para el verano, una vez que la nueva vacuna alemana haya obtenido la aprobación europea.
Todos estos medicamentos no solo estarán destinados al mercado francés sino a todos los países europeos.
En tanto, en el norte de Francia, varios cientos de dosis de la vacuna AstraZeneca permanecen en los refrigeradores esperando candidatos para la inyección, luego de que muchas personas cancelaron sus citas luego de informes constantes de supuestos efectos secundarios de la vacuna anglo-sueca, con casos de trombosis poco claros.
"Es más que una ola de pánico", dijo la alcaldesa de derecha de Calais en el norte, Natacha Bouchart, y dijo que tiene "550 dosis de AstraZeneca para inyectar" y que actualmente solo tiene 70 citas programadas para los próximos días.
Según ella, las citas para las personas programadas con los otros tipos de vacunas avanzan con normalidad. "Ha sido así durante 8 días - dijo la alcaldesa- y el viernes (tras la noticia de que Inglaterra sumó 30 casos de trombosis en personas vacunadas, NDR) fue el golpe de gracia".
"Realmente necesitamos una campaña de información nacional para explicar que esta vacuna no tiene más consecuencias negativas que la de Pfizer o Moderna. Hubo mala comunicación, con consecuencias ahora muy graves", completó Bouchart.
El último domingo se reportaron en 80.629 nuevos casos de coronavirus, 369 de fallecidos y 1.890 de recuperados en Francia, con lo que los registros acumulan 4.883.174 infectados y 96.808 muertos desde el inicio de la pandemia de Covid-19.
Añadir nuevo comentario