FFCC: el comienzo de un largo camino

El Fondo de Fomento del Cine Cubano (FFCC) es una estructura concebida para impulsar el desarrollo del séptimo arte en nuestro país. Con este mecanismo se busca aumentar en cantidad y calidad la producción nacional, deprimida en los últimos tiempos, al crear una plataforma legal que no solo reconoce a los cineastas y sus grupos productores, sino que pone a su disposición un sistema de apoyo financiero imprescindible para la creación cinematográfica.

A propósito de la reciente presentación de la tercera convocatoria, la especialista principal del Fondo, Helda Calvo, comenta que desde el 1 de junio y hasta el 9 de julio se estarán recepcionando los proyectos de los creadores que tengan intención de concursar, y que esta vez podrán enviarse únicamente de manera digital, debido a la crisis sanitaria que se vive en el país.

En esta tercera convocatoria, “repiten las modalidades de producción de proyectos de largometrajes de ficción y documental, así como de proyectos de ópera prima de ficción y documental, que ya estuvieron presentes en la segunda convocatoria, cuyos resultados se anunciaron en diciembre del año pasado. Además, se incluye la animación como modalidad independiente, con estímulos al desarrollo y producción de proyectos de largometrajes, así como a la producción de proyectos de cortometrajes”, aseguró la experta.

Ante la escasez productiva y por los reclamos de los cineastas cubanos, surgió el FFCC con el propósito de ofrecer un soporte para revitalizar y estimular el sector. Es necesario recuperar el nivel, incitar la creación nacional y devolver nuestra presencia al escalafón cinematográfico fuera de fronteras. Anteriormente, en Cuba solo las instituciones podían respaldar las producciones, y como es lógico, la exigua disponibilidad anulaba las posibilidades de crear. Ahora la gestión financiera es más abierta, democrática y generosa.

“Es muy importante para los realizadores que exista un fondo que les permita contar con apoyo financiero para poder llevar adelante un proyecto. Tanto para aquellos que han trabajado con la industria, ya sea ICAIC o alguna otra casa productora, como para los que, y son mayoría, lo han conseguido en fondos extranjeros. El FFCC es un reclamo de los realizadores hecho realidad, que apenas comienza a rendir sus frutos y que tiene muchos retos”, recalcó Helda ante las opciones que se abren con la visibilización de la creación independiente y la legitimización de estructuras productivas paralelas a la industria.

“El Decreto Ley 373/2019 del Creador Audiovisual y Cinematográfico Independiente busca ser un sustento significativo para la cinematografía nacional. Siempre habrá que respaldar a los cineastas desde la institución y con otros mecanismos, porque el FFCC no es el único que ampara las creaciones independientes. Para eso también existe la Oficina de Atención a la Producción, que puede aportar recursos financieros a los proyectos que solicitan ayuda; y además está el Registro del Creador, que tramita la fundación de los Colectivos de Creación Audiovisual. Además, el sector cinematográfico, a través de este decreto, cuenta con tres figuras y actividades dentro del trabajo por cuenta propia que son: el auxiliar de producción, el agente de casting y la renta de equipamiento audiovisual. Entonces, creo que significa el comienzo de un largo camino por recorrer”.

“El 15 de noviembre serán anunciados los resultados de esta convocatoria, y en paralelo estaremos apoyando los proyectos ganadores de las dos anteriores. Esperamos que muy pronto, cuando las condiciones sanitarias lo permitan, podamos anunciar las presentaciones especiales de los trabajos terminados”, concluyó.

En las dos convocatorias previas, unos cincuenta proyectos han recibido apoyo financiero del Fondo, y la mayoría ha obtenido el ciento por ciento del financiamiento al que aspiraban.

(Tomado de Cartelera Cine y Video, nro. 187)