Entregan en La Habana Orden de Isabel la Católica a Roberto Fabelo y Susana Pous
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En un ambiente marcado por la calidez, La Habana fue escenario de la entrega de la Orden de Isabel la Católica, una de las más prestigiosas condecoraciones otorgadas por el gobierno español. Esta distinción, que reconoce méritos relevantes en el ámbito cultural y social, fue concedida al reconocido artista visual cubano Roberto Fabelo y a la bailarina y coreógrafa española Susana Pous, dos referentes en la escena artística de la isla.
La ceremonia, celebrada en la residencia del Embajador de España en Cuba, reunió a familiares, colegas y amigos de los galardonados, así como a personalidades del mundo cultural. El acto fue presidido por el embajador de España en La Habana, Francisco Javier Hergueta, quien destacó la estrecha relación entre ambas naciones y la importancia del arte como vínculo perdurable entre sus pueblos.
El maestro Roberto Fabelo, considerado uno de los más destacados artistas visuales de Cuba, recibió la Cruz de Caballero de la Orden de Isabel la Católica. Durante su intervención, el embajador Hergueta elogió la trayectoria del pintor, resaltando no solo su maestría técnica y originalidad, sino también su calidad humana. “Has sabido crear un mundo propio; cuando se ve un Fabelo, se reconoce inmediatamente como tuyo. Esa imaginación y calidad se complementan con tu humildad y generosidad. Es un honor para nosotros entregarte esta distinción”, expresó el diplomático ante los asistentes.
Fabelo, fiel a su estilo reservado, agradeció el reconocimiento con unas breves pero emotivas palabras: “Los artistas visuales solemos hablar con imágenes más que con palabras. Todo se resume en una sola: ‘gracias’”. Aprovechó para reconocer el apoyo incondicional de sus familiares y amigos a lo largo de su carrera y reflexionó sobre el significado de este galardón: “No sé si esta distinción se me otorga por lo que ya he hecho o por lo que todavía tengo que hacer. Es una forma de decirme a mí mismo que aún queda camino por recorrer, y por eso les pido que sigan acompañándome”.
Interrogado por José Carlos de Santiago, presidente del Grupo Excelencias, Fabelo profundizó sobre la relevancia de este homenaje, reconociendo la influencia de la cultura española en su propia obra. “Este reconocimiento viene de un lugar que ha sido parte fundamental de mi vida y de nuestra cultura. Lo agradezco profundamente después de medio siglo de trabajo y de búsqueda incesante de la verdad en el arte”.
La otra homenajeada de la noche fue la coreógrafa y profesora Susana Pous, quien ha dejado una huella profunda en el panorama cultural cubano desde su llegada a la isla hace más de dos décadas. Pous, fundadora de su propia compañía de danza y promotora de espacios de creación artística, fue elogiada por el embajador Hergueta, quien destacó su capacidad para trascender más allá de su labor como bailarina. “Susana no solo baila; ha construido todo un universo creativo a su alrededor. Ha fundado su propia compañía, creado espacios de formación y tejido redes culturales. Este reconocimiento es un homenaje más que merecido a su entrega y visión”, subrayó el diplomático.
Durante su intervención, Pous agradeció a las personas que la han acompañado en su trayectoria en Cuba. “La danza y la cultura no se hacen solas; todo lo que he creado ha sido posible gracias a la gente maravillosa que me ha rodeado”, afirmó. Con tono reflexivo, hizo un llamado a valorar el papel del arte en un contexto global de crisis: “En un momento en que tantas personas en el mundo están sufriendo, la cultura debe estar por encima de muchas cosas. Apoyar a los artistas es fundamental porque el arte tiene un poder transformador”.
En una conversación posterior, Pous confesó que la distinción fue una grata sorpresa: “No lo esperaba. Es una gran alegría que España reconozca mi trabajo aquí en Cuba, porque muchas veces, al estar lejos de tu país, tienes la sensación de que tu labor pasa desapercibida”. La coreógrafa compartió que uno de sus proyectos más recientes y significativos es Villa Lola, un centro de creación y formación artística donde ha consolidado su compañía de danza y ha establecido colaboraciones con la Escuela Española. “Es un espacio para crear, ensayar y llevar nuestras producciones por todo el mundo. Estamos construyendo puentes entre culturas y esa es una parte esencial de mi trabajo aquí”, comentó Pous.
La ceremonia también fue ocasión para despedir al embajador saliente, Ángel Martín Peccis, quien tuvo un papel clave en la preparación del acto y en la gestión del reconocimiento otorgado por el rey Felipe VI en junio del presente año. Tanto Fabelo como Pous le expresaron su agradecimiento por haber impulsado la entrega de esta distinción.
En sus palabras finales, el embajador Hergueta resaltó la singular relación entre Cuba y España, una conexión que, según él, trasciende los lazos diplomáticos. “Cuba y España son más que países hermanos; tenemos un vínculo especial que no se compara con ningún otro. Nos entendemos y nos apreciamos de manera profunda. El cariño que le tenemos a esta tierra no tiene equivalencia en ningún sitio”, afirmó emocionado.
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