En Estados (Des)Unidos: Una cumbre contra el Odio

El presidente Joe Biden, con el objetivo de cumplir su promesa de campaña de "curar el alma de la nación", será el anfitrión de una cumbre de la Casa Blanca el próximo mes destinada a combatir una oleada de violencia alimentada por el odio en los Estados Unidos.
    
Así lo anunció hoy la Casa Blanca, que precisó que el mandatario será el anfitrión de la Cumbre Unidos Estamos el 15 de septiembre, para destacar los "efectos corrosivos" de la violencia en la seguridad pública y la democracia en la nación.
    
Presionado por diversos grupos defensores de los derechos civiles, Biden abordará la sucesión de hechos de violencia en el país, impulsados en su mayoría por el odio.
    
Uno de los hechos que más sacudieron a la opinión pública fue el ataque en el que 10 personas negras fueron asesinadas en un supermercado de Buffalo, Nueva York, en mayo pasado.
    
También se registraron violentos ataques impulsados por odio que causaron muertos en ciudades como El Paso, Texas, Pittsburgh y Oak Creek, Wisconsin.
    
"Como dijo el presidente Biden en Buffalo después del horrible tiroteo masivo a principios de este año, en la batalla por el alma de nuestra nación 'todos debemos alistarnos en esta gran causa de Estados Unidos'", dijo la secretaria de prensa Karine Jean-Pierre en un comunicado.
    
"La Cumbre United We Stand presentará una importante oportunidad para que los estadounidenses de todas las razas, religiones, regiones, afiliaciones políticas y ámbitos de la vida se suman esa causa juntos", agregó.
    
Biden, de 79 años, tiene previsto pronunciar un discurso de apertura en la reunión, que la Casa Blanca dice que incluirá a grupos de derechos civiles, líderes religiosos, ejecutivos de empresas, fuerzas del orden, defensores de la prevención de la violencia armada, ex miembros de grupos de odio, víctimas de la violencia extremista y figuras culturales.
    
La Casa Blanca hizo hincapié en que también tiene la intención de reunir a demócratas y republicanos, así como a líderes políticos a nivel federal, estatal y local para unirse contra la violencia motivada por el odio.
    
Biden, un demócrata, ha citado con frecuencia la protesta supremacista blanca de 2017 en Charlottesville, Virginia, como una de las motivaciones que lo impulsaron a presentarse por la presidencia para sacar a Donald Trump de la Casa Blanca.
    
Prometió durante esa campaña trabajar para cerrar las divisiones políticas y sociales y promover la unidad nacional.
    
Sindy Benavides, CEO de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos, dijo que la génesis de la cumbre se produjo después de la masacre de Buffalo.
    
Explicó que su organización junto con la Liga Antidifamación, la Red de Acción Nacional y otros grupos presionaron al gobierno de Biden para que aborde más directamente las amenazas extremistas.
    
"Como organizaciones de derechos civiles, de justicia social, luchamos todos los días contra esto, y queríamos asegurarnos de reconocer que el gobierno debe tener un papel de liderazgo en la lucha contra el extremismo de derecha", dijo Benavides.
    
La Casa Blanca no esbozó la alineación de oradores o participantes, y prometió hacerlo más cerca del evento.
    
El presidente Biden firmó el año pasado la Ley de Delitos de Odio y publicó la primera Estrategia Nacional de la nación para Combatir el Terrorismo Interno.
    
Benavides manifestó que espera que durante la cumbre surjan "soluciones a largo plazo".
    
"Lo que es importante para nosotros es abordar la salud mental, la reforma del control de armas, abordar la desinformación, y la desinformación", dijo. "Queremos que los responsables políticos se centren en soluciones de sentido común para no ver este tipo de violencia en nuestras comunidades".