El Son del Nene, de La Güinera y para el mundo

El Nene creció en Lawton y actualmente vive en San Miguel del Padrón, pero nació en La Güinera «en el año 60, en un barrio donde veía una rumba, un bembé...», y lo rememora orgulloso de su cuna, aunque a sus seis años, después de un ciclón, recuerda: 

«Le dieron casa a mi madre en Lawton y me mudé para allá. Yo siempre digo: yo nací en La Güinera, me crié en Lawton y ahora vivo en San Miguel del Padrón; barrios humildes, barrios de rumberos, y el septeto se caracteriza por esos aprendizajes míos, eso es lo que yo exijo, que estén nuestras raíces, lo que heredamos de África y de toda la mezcla que somos los cubanos. El septeto se caracteriza por respetar las raíces y recrear toda nuestra música, y muy fundamentalmente por la cubanía».

Desde el 2006 apostó por este formato al que llamó «El Son del Nene» y el cual dirige con toda la experiencia acumulada en años de trabajo con prestigiosas agrupaciones como los conjuntos Chapotín y Rumba, Clave y Guaguancó, así como Los Jóvenes Clásicos del Son.

Conversamos poco antes de que amenizara la peña de La Pupila Afilada. Sobre su presencia allí, comentó: «Hace dos meses llegamos de una gira por Europa, llegamos a mi empresa, me hablaron de lo acogedor que era el lugar, del público tan bonito que se reúne acá, y yo dije: quiero estar».

Y es que luego de haberse presentado para el público foráneo, tocar para los cubanos es un regalo que disfrutan muchísimo, pues El Nene tiene una máxima:

«Yo siempre he dicho, incluso en inspiraciones que hago en los sones cuando canto: conozca Cuba primero y el extranjero después. Yo soy defensor de mis raíces, y eso es lo que yo les transmito a los jóvenes que tengo en la agrupación... Tengo jóvenes que son profesores de escuelas de música, y siempre les digo que yo defiendo la música nuestra: el son; dentro de mi repertorio tengo rumba, conga... Esas raíces tenemos que defenderlas, porque eso es lo que nos hace ser auténticos. Esa es la música que yo defiendo: el son, la guaracha, el bolero... y la voy a seguir defendiendo a capa y espada, como Santa Bárbara bendita».