El recuerdo del frío influencia el metabolismo
especiales

El descubrimiento permite comprender mejor cómo los recuerdos impactan en el comportamiento - ANSA
El cerebro almacena recuerdos de experiencias en las que sentiste frío y los utiliza para controlar tu metabolismo.
El descubrimiento, publicado en la revista Nature, podría conducir a nuevas técnicas para controlar la regulación térmica del cuerpo con importantes aplicaciones contra la obesidad y los tumores.
También permitiría comprender mejor cómo los recuerdos impactan en el comportamiento y las emociones.
Abriendo esta nueva página de investigación está el estudio coordinado por Andrea Muñoz Zamora, de la Escuela de Bioquímica e Inmunología del Trinity College de Dublín.
Los recuerdos a largo plazo se almacenan en el cerebro en grupos de células interconectadas llamadas engramas.
Hasta el momento, se han identificado engramas relacionados con representaciones corporales, experiencias de infecciones, consumo de alimentos y dolor. Ahora también se han descubierto engramas que preservan el recuerdo del frío.
Los investigadores entrenaron a ratones para asociar la experiencia de estar en el frío, a una temperatura de 4 grados, con señales visuales que sólo estaban presentes en situaciones de frío. Cuando, unos días después, se presentaron a los ratones esas mismas señales a temperatura ambiente, los animales comenzaron a ajustar su metabolismo como si esperaran sentir frío.
Tras esta demostración de que los ratones conservan la memoria del frío, el siguiente paso fue entender qué ocurría en el cerebro. Luego, los investigadores utilizaron etiquetas moleculares para señalar las células involucradas en engramas relacionados con la experiencia del frío, que localizaron en la estructura del cerebro llamada hipocampo, un sitio importante involucrado en la memoria.
Cuando estas células fueron estimuladas con luz, el metabolismo de los ratones se aceleró para generar calor. Sin embargo, cuando se les bloqueó, los ratones no pudieron recordar experiencias relacionadas con el frío.
"Gran parte de este control de la temperatura corporal depende del aumento de la actividad del tejido adiposo marrón, que puede estar controlado por la inervación del cerebro", observa Lydia Lynch, de la Universidad de Princeton, una de las autoras del artículo.
Según otro autor de la investigación, Aaron Douglas, del Trinity College de Dublín, "muchos trastornos clínicos, desde la obesidad hasta algunos tipos de cáncer, pueden tratarse manipulando la termorregulación a través del tejido adiposo pardo. En el futuro —añade— será importante verificar mediante pruebas si la manipulación de los recuerdos relacionados con el frío en humanos podría conducir a nuevas formas de alterar el metabolismo con fines terapéuticos".
Thomas Ryan, de la misma universidad, observa cómo "aspectos sofisticados de nuestra mente evolucionan a partir de representaciones corporales y viscerales".
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