¿El Che murió en 1967?

Último trimestre de 1967. A un año y unas horas de conmemorarse el centenario del inicio de las guerras por la independencia cubana, no se conoce su paradero de forma oficial, aunque algunos servicios de inteligencia están tras sus pasos.

Errabundo en lo profundo de las selvas bolivianas, él y su exigua tropa han perdido el contacto con La Habana. Es cercado, herido y hecho prisionero. Se recibe la orden. Se difunde la noticia... El Che ha sido asesinado.

LEER MÁS: Che Guevara y el fracaso de sus asesinos

La muerte de Ernesto Che Guevara de la Serna resultó ser solo física, pues derivó en la germinación de un extraordinario imaginario cultural. Frecuentemente el derrotero de Guevara ha sido comparado con el de Jesús Cristo: el Cristo de esta era, pero no divino, marxista.

Tras su caída, el guerrillero devino imagen de numerosos movimientos  populares en Latinoamérica. Deben recordarse las aspiraciones guevarianas  de revolución continental.

A nivel mundial, el Che se convirtió en un ícono. No obstante su controversial personalidad ─idolatrado por muchos, enjuiciado también por otros─ a partir de su muerte fue asumido por personas y agrupaciones de todo el planeta en las luchas por la paz y contra las injusticias. Acompañó al Mayo francés de 1968 y otros fenómenos sociopolíticos similares en Occidente. La foto en que aparece con boina y escrutando el horizonte, de Korda, es la foto más reproducida del mundo.

La mediatización de la figura del Che fue tal que incluso empresas capitalistas la emplean demagógicamente. Se le ha identificado con el rock y forma parte del sistema de símbolos que caracterizó a las generaciones del último tercio del siglo XX. Tras su muerte, la imagen del Che también fue víctima del mercantilismo. En muchas ocasiones, la significación esencial de su legado ha sido resemantizada.

No obstante, el Che ha sido símbolo cultural y político de la oposición al imperialismo. Representa lo antisistémico, lo contrahegemónico, la rebeldía…

El impacto cultural y político de la muerte del Che tuvo alcance planetario. Su legado reaviva constantemente la cultura política, el humanismo, las luchas por la inclusión e igualdad sociales y sirve de paradigma a las ideologías de izquierda.