El boxeo rumbo a Tokio: Para que los puños no se oxiden
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Si un deporte ha tenido históricamente la responsabilidad de tirar con fuerza del medallero de Cuba en Juegos Olímpicos, ese ha sido el boxeo.
Tal es así, que atesora un botín de 37-19-17, únicamente superado por Estados Unidos (50-25-40), y que representa el 50% de los títulos alcanzados por la Mayor de las Antillas en ese contexto.
De cara a Tokio y ante el convulso escenario que impone el coronavirus, fueron nuevamente pospuestos los torneos clasificatorios de América, Europa, y el repechaje mundial, fijados ahora en los meses de abril, mayo y junio de 2021, respectivamente. Eso sí, aún sin definir la fecha exacta y la sede.
Mucho tiene que ver en ese sentido el hecho de que la lid boxística olímpica será organizada por el COI, y no por la Asociación Internacional de Boxeo, luego de que el ente rector del pugilismo presentara en los últimos dos años una serie de irregularidades financieras y en sus mecanismos de dirección.
Esto trajo que el COI interviniera y asumiera los procesos clasificatorios para Tokio.
El de este lado del Atlántico, por cierto, pondrá en juego 33 pasajes directos a la capital nipona, para las ocho divisiones olímpicas, en lugar de diez, pues como es conocido, en aras de equilibrar las justas masculina y femenina, se amplió la presencia de féminas de tres a cinco categorías de peso.
Siendo así, entre hombres los 52, 57 y 63 kilogramos otorgarán cinco visados. En 69, 75 y 81 kg se repartirán cuatro, mientras los 91 y +91 kg tendrán tres nombres asegurados por categoría.
Nuestra armada, con una preselección que frisa los 40 efectivos, no debe presentar mayores contratiempos para hacer el grado en todos los pesos convocados.
De hecho, ese volumen de boxeadores responde a que ni siquiera después del Match de Retadores y los dos topes de control desarrollados en la Escuela de Alto Rendimiento Holveín Quesada, algún púgil tiene su puesto asegurado al preolímpico.
Gancho hacia el interior
«Fomentar esa rivalidad hasta el último momento y encontrar en estos topes domésticos la forma de suplir ausencia de combates internacionales de calidad ha sido una estrategia para mantener a nuestros muchachos con niveles de preparación cercanos a la forma óptima», fue una de las sentencias de Rolando Acebal, jefe del colectivo técnico de entrenadores, al ser interrogado sobre los preseleccionados.
De hecho, esa será la filosofía a la hora de escoger a los ocho que nos representarán en el preolímpico, «llevar al que mejor se encuentre», ahondó Acebal, quien ponderó el estado de gracia que viven tanto Arlen López (81 kg) como Julio César La Cruz (91) en sus nuevas divisiones.
Ciertamente, esos fueron los cambios más significativos durante estos meses de impasse. Hablamos de seis y diez kilogramos de diferencia, respectivamente, lo cual pudiera traducirse en pérdidas de algunas capacidades como velocidad, desplazamientos sobre el ring y esquivas.
Sin embargo, el timonel aseguró que mantienen esos parámetros y han ganado, lógicamente, en fuerza y poder de su pegada.
Profundizando en este análisis, tenemos que ellos fueron dos de nuestros tres campeones olímpicos en Río, solo que en los 75 y 81 kg, por ese orden. De ahí la importancia de un seguimiento minucioso y de poder contar con figuras de su calibre, en caso de que fueran los agraciados a la vuelta de julio.
Otras figuras que pudieran devenir medulares en la escuadra serían los curtidos Yosbany Veitía (52), Lázaro Álvarez (57), Roniel Iglesias (69) y Andy Cruz (63), considerado uno de los mejores boxeadores del orbe libra por libra en la actualidad.
Veitía, Roniel y Álvarez, hasta este minuto, tienen ligera ventaja por sobre sus más enconados rivales en casa: Damián Arce, Osvel Caballero y Kevin Brown, respectivamente.
Por cierto, el botín antillano en la Ciudad Maravillosa se completó con el cetro de Robeisy Ramírez (56) y los bronces de Johanys Argilagos (49), Lázaro Álvarez (60) y Erislandy Savón (91).
Respecto a un posible rendimiento en la capital nipona, Acebal precisó que irían en busca de dos títulos y otros tantos bronces, lo cual colocaría en el podio al 50% de nuestros efectivos.
Un excelente modelaje, en ese sentido, será en los próximos días la oportunidad de realizar sparrings, matizar las rutinas de trabajo y confrontar con la armada de Kazajstán, la cual nos hará una visita con motivo de cumplimentar una base de entrenamiento. Hablamos de la escuadra que se coronó campeona en Río, con foja de 3-2-2.
Un vistazo a los rankings divisionales de la AIBA en 2020, año de muy poca actividad, arroja que Veitía viene arrastrando el décimo escaño del 2019, exclusivamente con los 500 puntos materializados en los Juegos Panamericanos de Lima 2019.
Caballero recala quinto de los 57 con foja de 700, materializada en el propio certamen regional; y Álvarez iba primero en los 60kg-1 500.
Otro puntero en su peso de manera inobjetable era el yumurino Andy Cruz (1 900), en tanto Roniel iba segundo de los 69-1 200, misma ubicación y puntaje con los que Arlen cerró su ciclo en los 75.
La Cruz selló su paso por los 81 en calidad de vanguardista (1 350), Erislandy iba tercero en los 91-1 100, y en los súper completos, Dainier Peró recalaba 5to.-700.
Ese es parte del panorama y las intenciones de nuestro buque insignia de cara a Tokio, donde en el Ryōgoku Kokugikan se pondrán los guantes púgiles de cerca de 80 naciones.
Por lo pronto, para todos y cada uno de los preseleccionados resulta imperioso lograr que los puños no se les oxiden antes de encarar cualquier evento internacional, algo que la calidad y rivalidad interna existente garantizan en buena medida.
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