EEUU se adjudica derecho de acusar a Rusia de crimen contra humanidad

El Gobierno de Estados Unidos se adjudicó el derecho de acusar hoy a Rusia de presuntos crímenes contra la humanidad en Ucrania.

La vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, dijo este sábado durante un discurso en la Conferencia anual de Seguridad de Munich, que Rusia 'tendrá que rendir cuentas' por las 'horrendas atrocidades y crímenes de guerra' en territorio ucraniano.

Afirmó que el mundo debería 'renovar' su compromiso con la rendición de cuentas y el Estado de derecho, y añadió que Estados Unidos seguirá apoyando el sistema judicial en esa nación del este europeo y las investigaciones internacionales.

'Todos estamos de acuerdo en que, en nombre de todas las víctimas, tanto conocidas como desconocidas, debe hacerse justicia', aseguró la vicemandataria en esta cita anual que reúne a centenares de figuras clave en política exterior y seguridad en el Hotel Bayerischer Hof de Múnich.

La conferencia, que concluye mañana, fue tildada hace tiempo como los 'Óscar de los expertos en políticas de seguridad'.

Lamentablemente –de acuerdo con algunos observadores- lo que Estados Unidos define para unos no aplica para sí mismo.

Cómo califican las invasiones a Afganistán e Irak, la larga lista de intervenciones militares del Pentágono, el apoyo al genocidio de Israel al pueblo palestino, o es que los miles de muertos que han dejado esas acciones son apenas 'víctimas colaterales', preguntan.

El 24 de febrero del pasado año, el presidente Vladimir Putin ordenó el inicio de una operación militar en Ucrania después de recibir la petición de ayuda de los líderes de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, reconocidas por Rusia.

Al explicar el objetivo de su decisión, el gobernante ruso dejó en claro que era defender a las poblaciones que durante ocho años sufrieron persecuciones y genocidio por parte del régimen de Kiev, tras el golpe de Estado en esa república exsoviética, en 2014.

Además, recalcó el peligro que para la seguridad de Rusia representaba la aspiración de los nacionalistas ucranianos de unirse a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

A lo largo de tres décadas, de forma deliberada y paciente, tratamos de llegar a un acuerdo con los países de la OTAN sobre una seguridad equitativa e indivisible en Europa, apuntó Putin, quien agregó que más allá de eso la alianza no cesó en sus intentos de expansión al este y cercar a Rusia.

Moscú ha denunciado el continuo apoyo de la Casa Blanca a Kiev, como un paso que solo hace empeorar el conflicto.