Doris Gutiérrez cree en la dignidad y el respeto por uno mismo
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Doris Gutiérrez es una actriz que el gran público redescubrió por su interpretación de la francesa en la telenovela “Tan cerca y tan lejos”. Tras un largo bregar teatral como actriz y directora, el medio televisivo la devolvió a la mirada pública, y la cineasta, Patricia Ramos, le entregó el rol de la madre en el largometraje Una noche con los Rolling Stone, en el que realizó una interpretación exquisita.
La actriz despide un halo espiritual, que imprimió al personaje de “Una noche…” y a la abuela del telefilme “A través de sus ojos”, exhibido recientemente en el espacio “Una calle, mil caminos”. Continúa en pantalla como parte del elenco de la telenovela “Renacer”, al asumir una caracterización más cotidiana, que ha sorprendido a algunos.
Sobre sus experiencias televisivas comentó:
Me siento una aventurera del audiovisual y me dejo guiar por mi instinto de actriz, y por los directores. Los proyectos de televisión en que he participado se pueden contar con los dedos de una mano. El primero fue Orden de ataque en 1986. El personaje era una joven búlgara qué venía del campo y se veía transformada por sus compañeras en citadina, para formar las filas de la guerrilla urbana. Era un poco yo misma en esa situación, solo que mi guerrilla era la televisión y mi jefe, el director Juan Vilar.
Después de 30 años sin ver una cámara vino “Tan cerca y tan lejos” con Dominique Laffont, una francesa que disfrutaba la vida sin pensar en la edad y en la geografía. Le debo a mi amiga Paula Ali, a mi conocimiento del francés y a mi físico raro, el que me hayan elegido para el personaje.
Me sentí muy libre al interpretarlo, aporté todo lo que pude, sin perder de vista las directrices de Alberto Luberta y Loysis Inclán, a quienes siempre agradeceré el que me hayan entregado a Dominique, y una lección de vida significativa: después de los 60 nada se ha terminado, la vida sigue, y la autoestima y los deseos de vivir son importantes, para seguir disfrutando del camino a recorrer.
En 2023 comencé la telenovela “Renacer”, que me ofreció la oportunidad de hacer un trabajo muy diferente, algo que me seduce mucho. Traté de que el personaje no se pareciera en nada a lo que hice antes. Tuve que violentar un poco mi naturaleza, porque Isabel es una mujer que vive experiencias muy lejanas a las mías. Es un papel muy bien diseñado, con muchos conflictos, y ofrece buen material para componer un trabajo complejo de interpretación. Si lo logré o no, lo dirá la tele audiencia.
¿Cómo valora su participación en el telefilme “A través de sus ojos”, dirigido por Antonio Duarte?
En ese audiovisual interpreté el personaje de Carmen Figueredo. La ficción partió de un hecho histórico, pues el antepasado de Carmen fue Bernardo Figueredo Antúnez, un patriota que a los 15 años conoció a Martí, y viajó con él desde Cayó Hueso hasta Nueva York. Figueredo Antúnez escribió un diario sobre ese viaje, y dibujó al apóstol.
La historia del dramatizado se tejió como una aventura moderna, alrededor de la existencia de ese diario, que estaba en manos de una descendiente ficticia y su familia. Grabamos en Cienfuegos, una ciudad bella, llena de gente amable, y orgullosa de su provincia. Los cienfuegueros son muy atentos y serviciales. Es una tierra de hermosos lugares.
Todavía me parece un sueño haber visto una ciudad tan limpia y bien cuidada. Creo que el haber filmado allí, le aporta una magia muy especial al telefilme. Sería bueno que muchos lugares bellos de Cuba sirvieran de marco a proyectos televisivos, para que los cubanos conociéramos mejor nuestra tierra.
Doris Gutiérrez tendrá una próxima aparición en el largometraje “Neurótica anónima”, con dirección de Jorge Perugorría. La actriz rememora para el Portal de la Televisión, sus experiencias cinematográficas en “Melaza” y “Una noche con los Rolling Stones”:
Me hubiera gustado hacer más cine, tengo esa frustración desde que hice el casting para “Memorias del subdesarrollo” y no fui aprobada. El alto sentido de espiritualidad, que, según tú, aporta la madre de Rita a “Una noche…” se debe a la directora Patricia Ramos, quien concibió el rol de esa forma, y me lo transmitió. Yo puse mi sensibilidad, mi experiencia con el tai- chi, y las filosofías orientales. Hay cosas en el personaje que estaban en mí, sin yo saberlo, y que Patricia supo descubrir.
¿De qué manera estudia los guiones?
No creo tener un método muy definido para estudiar. Mis experiencias audiovisuales son tan pocas, que todavía estoy aprendiendo. Cada guión, como cada obra en sí, te impone sus necesidades, y requiere de una atención especial.
Mi único método es pensar todo el tiempo en el personaje, e imaginármelo en diferentes situaciones, para que empiece a habitar en mí, y buscar qué sea muy diferente al que hice antes. Si logro esa diferencia creo que alcancé lo que me propuse.
¿Disfruta la actuación?
Me gusta actuar, vivir otras vidas, y es de lo que hago cuando tengo un personaje que interpretar. Lo del audiovisual se lo dejo al director y a los especialistas. Me gusta que ellos me den orientaciones técnicas, porque son como una brújula para mi ignorancia. Confío plenamente en los especialistas qué están haciendo su trabajo y me pongo en sus manos. También me gusta que ellos respeten mi idea y composición de mi personaje, y cuenten conmigo.
¿Puede comentar sus experiencias en la dirección teatral?
Siempre me he considerado una actriz qué dirige, más que una directora. Lo de directora se me ha dado bastante bien, sobre todo la dirección de actores. El hecho de dirigir me ha reafirmado mucho más como actriz. De la dirección lo que más me apasiona es el trabajo de tejido de los sentimientos íntimos que sostiene a los personajes, y acompañar al actor en el camino de lograr la expresión de esas sutilezas. Creo que dirigir me ha enseñado a profundizar en el personaje, y verlo en el conjunto y en relación con los demás personajes.
¿Extraña el teatro?
Si, el teatro es mi pasión. Siempre extrañaré el escenario, donde el actor es dueño y señor, sobre todo, una vez que se estrena la obra. Solo existimos los actores y el público, y ese lazo inexplicable qué se crea entre ambos.
¿Qué le aportó la Isabel de la telenovela “Renacer”?
Todo personaje le aporta a uno como actriz. Isabel me aportó una mirada sobre un ser que vive una realidad muy lejana a la mía. Yo no tengo hijos y me gustó sentirme madre, esa experiencia es muy especial. Aunque no todo le haya salido bien, Isabel es una mujer que no ha tenido buena suerte en la vida, y se ha tenido que batir sola con la adversidad.
Lo que más me gusta de ella, es que no se deja vencer por la vida, y lucha contra todas las desgracias para salir a flote, por ser mejor, por mantener su dignidad. Nunca pierde las esperanzas, porque cree en el mejoramiento humano. Aunque no lo ha podido lograr con su hijo, se empeña en que la sobrina que crió, lo logre. Eso me gusta mucho del personaje, porque la pobreza y las circunstancias adversas de la vida, no deben ser razón para perder la dignidad y el respeto por uno mismo.
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