Discurso del Presidente de Cuba en Cumbre de Acción Climática
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Foto: Alejandro Azcuy / Sitio de la Presidencia de Cuba
Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, intervino en la Cumbre Mundial de Acción Climática en el contexto de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28) que se desarrolla en Expo City, sede del mega evento que reúne en la ciudad de Dubái, Emiratos Árabes Unidos (EAU), a más de 70 mil participantes de todo el mundo.
Por su importancia, transmitimos a continuación de manera íntegra el discurso, publicado en el sitio del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba.
Señora Presidenta, excelencias:
Agradezco al gobierno y pueblo emiratí por la calurosa bienvenida, la hospitalidad y la organización de esta cumbre.
Permítanme comenzar recordando que, a poco más de dos mil kilómetros de aquí, en Gaza, ocurre un genocidio. En nombre de Cuba, condenamos categóricamente la escalada de violencia y terror desatada contra los habitantes de esa franja de tierra de la Palestina ocupada, la paz es necesaria para salvar el planeta.
Esta COP debe ser un espacio para compromisos serios y ambiciosos. Saludamos la decisión adoptada que operacionaliza el Fondo para Pérdidas y Daños. Acogemos los compromisos anunciados para comenzar a capitalizarlo, pero advertimos que aún son insuficientes para las necesidades de los países en desarrollo. La ciencia nos ha advertido de forma reiterada sobre las consecuencias catastróficas del incremento de la temperatura a nivel global. Ignorarla, sería el error más costoso de la especie humana.
Revertir esta situación es, claramente, tarea de todos, pero sólo las naciones desarrolladas están en condiciones de alcanzar las reducciones más ambiciosas de sus emisiones y apoyar con medios de implementación las acciones del Sur.
En el camino recorrido desde la Conferencia de París, los países en desarrollo han impulsado numerosas acciones climáticas, pero ha faltado solidaridad y no se han materializado los compromisos de los países desarrollados en correspondencia con sus capacidades y responsabilidades históricas.
Los países más desarrollados continúan incentivando su extracción de combustibles fósiles. Hablan incluso, de una duplicación de la producción y consumo de los mismos para 2030. Esas realidades resquebrajan seriamente el clima de confianza que debe imperar entre las naciones. El derecho de la humanidad a existir debe ser la motivación principal de nuestras discusiones.
La COP 28, que concluirá el Primer Balance Global sobre la Implementación del Acuerdo de París, es una oportunidad única para corregir el rumbo de los esfuerzos colectivos en el enfrentamiento al cambio climático. Cuenten para ello con el aporte del Grupo de los 77 y China, que nuestro país se honra en presidir.
Aunque Cuba contribuye con menos del 0.1% de las emisiones globales, ratificamos el compromiso de implementar nuestra Contribución Nacionalmente Determinada y de avanzar en una Estrategia de Transición Energética para un modelo de desarrollo mucho más resiliente y bajo en carbono.
Lo haremos, a pesar de las limitaciones que nos impone el recrudecido bloqueo del gobierno de los Estados Unidos.
Excelencias:
En 1992, en la Cumbre de la Tierra, el líder histórico de la Revolución cubana, el Comandante en Jefe, Fidel Castro, terminaba alertando: “Mañana será demasiado tarde para hacer lo que debíamos haber hecho hace ya mucho tiempo”. Ese mañana ya es hoy y el reloj sigue corriendo.
Muchas gracias.
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