DE LAS REDES: Antivirales
especiales
No voy a hablar del Interferón Alfa 2b, ni de otros medicamentos que los especialistas súper calificados en Cuba y el mundo emplean para tratar la pesadilla del Covid-19, sino de los que sirven para aliviar los estados de ánimo que me provocan ciertos contenidos que se hacen virales en las redes por estos días.
Las buenas noticias, los enfoques positivos, el agradecimiento y la confianza en quienes sobradamente se la han ganado, me parece, por mucho, mejor compañía que la histeria para la percepción de riesgo, la disciplina y las precauciones que imponen estos días.
Por eso cuando recibí el audio del joven biólogo cubano, máster en ciencias y humanista a prueba de tornado, Alejandro Palmarola, con su análisis objetivo de la situación en la isla, su llamado a ser tan responsables como felices y a creer en la ciencia, lo reenvié a muchos de mis contactos, y apenas descubrí que ya estaba en un formato posible, lo compartí en mi muro de Facebook, ese muro que prefiere parecer triunfalista que apocalíptico y es, definitivamente, positivo.
Alguien que con toda ecuanimidad pide «... a todos que mantengan la calma, que sigan las instrucciones que se están tomando, que son las medidas establecidas por la Organización Mundial de la Salud para el nivel de propagación que hoy tenemos en el país»; y luego va contra la corriente viral: «aislarnos no tiene ningún sentido», y para colmo, confía en las autoridades de salud cubanas: «que además también estudian, son biólogos, son inmunólogos, son médicos, son personas que llevan años preparándose para una contingencia, y yo creo que debemos confiar en esos colegas nuestros que han estado muchos años quemándose las pestañas para saber en qué momento tomar una medida»; y si al final habla de que es importante el buen ánimo para permanecer inmunológicamente más capaces de enfrentar esta epidemia, bueno, no será viral porque es, definitivamente, antiviral.
Luego he compartido, con etiquetas incluidas, el post de mi amigo de Facebook Reynier Chateloin, que no es científico, ni militante, cambia las K por las Q porque no es escritor, ni periodista; es un cubano que pretende expresar lo que siente. No estoy de acuerdo con todo lo que dice, pero dice cosas imprescindibles, justas.
Probablemente alguien que escribe desde Italia su confianza en nuestros médicos; la alegría con que sus compañeros de trabajo le hablan de la islita donde nació, agradecidos de la ayuda que le está brindando a aquella nación; su orgullo de que el nombre de Cuba esté bien alto por su solidaridad, no se hará viral.
Como Chateloin no quiere discutir de política, ni de dinero, aunque es consciente de que esta pandemia «de jueguito no tiene nada», su post no se hará viral, pero quizás sea mejor. En estos tiempos de virus en el cuerpo y en el alma hacen falta más antivirales.
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