Daniel Osorio: Posible estela de pinchos en longitud

Daniel Osorio: Posible estela de pinchos en longitud
Fecha de publicación: 
27 Junio 2021
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Juan Miguel es uno de los serios candidatos al cetro olímpico en longitud.

Juan Miguel Echevarría (8.68 metros de marca personal), Maykel Massó (8.39), Lester Lescay (8.28)… Juan Miguel Echevarría y Maykel Massó. Se repiten en el imaginario popular y de los entendidos una y otra vez estos nombres.

Menos de 30 días restan para que la llama Olímpica se encienda en Tokio y en el campo y pista, específicamente en el salto de longitud masculino hay grandes esperanzas cifradas de acceder al podio e incluso hacernos del título.

No es para menos. De Barcelona 1992 a la fecha, las últimas tres ediciones de citas bajo los cinco aros se han ganado con registros inferiores a los 8.40 metros. Honores que recayeron en el panameño Irving Saladino (8.34 en Beijing 2008); el británico Greg Rutherford (8.31-londres 2012); y el estadounidense Jeff Henderson (8.38 en Río de Janeiro 2016).

Todas esas marcas ya superadas o alcanzables por nuestros muchachos, con excepción de Lescay, aunque a juzgar por lo exhibido en la actual temporada la definición en la capital nipona verá emerger al campeón con un salto superior a esa barrera de 8.40. Casi seguro tomando en cuenta los 8.60 del griego Mitiadis Tentoglou, los 8.44 del estadounidense JaVaughn Harrison, y los 8.39 del propio Henderson, sin contar que el jamaicano Tajay Gayle y el propio Juan Miguel, aún no carburan en grande.

A tenor con este entrante predictivo CubaSí dialogó con Daniel Enrique Osorio, Jefe técnico del atletismo antillano sobre las posibilidades de la longitud, y perspectivas de esa disciplina en sentido general:

“Hay que comenzar haciendo un recuento y diciendo que la gira invernal fue bastante provechosa, no exactamente tomando en cuenta los resultados para hablar de satisfacción total, pero sí provechosa, sobre todo por el tiempo de inactividad, tanto competitiva como de preparación en profundidad.

No tuvo su momento cumbre pues se suspendió nuevamente el Mundial bajo techo, y hacia allí estaba dirigido el pico máximo de rendimiento, con la preparación dosificada para 28 semanas, que al final se acortaron a 20. Había entonces un trabajo a nivel fisiológico en los atletas, que no pudimos desarrollar o explotar.

Aun así, pudimos competir, Juan Miguel revalidó su título del World Indoor Tour y eso era parte del plan. No nos propusimos marcas muy ambiciosas, pero sí pulir elementos técnicos de interés. Hoy podemos hablar de manera oficial de un cambio en la carrera de impulso de Juan Miguel. Hacerla más progresiva, ganar en potencia al momento del despegue en la tabla, y no ceder centímetros en esta. Lo utilizamos en Madrid y ahí no la coordinó del todo bien.

Ahora eso está totalmente incorporado, con los mismos 17 pasos de carrera, lo que aumentó la distancia, pues una carrera progresiva emplea más amplitud del paso y eso genera un aumento de casi tres metros con relación a la carrera anterior.

Allí Lescay no se pudo probar, pues sufrió una lesión leve a nivel muscular en su debut en Lievin, Francia. Triste porque nadie quiere lastimarse y no mostrarse…

El que sí se mostró sólido y nos tiene muy contentos es Massó. Pudiera decirte que ya se encuentra reinsertado de a lleno en el nivel mundial. Está pintando para estabilizar sobre 8.30 metros, pero el Coronavirus le impidió continuar y demostrar esa estabilidad de rendimientos, pero entrando en la conexión entre la primera estructura y esta, se ha visto consistente, lo que nos da la medida de una buena base precedente, pues en nueve semanas pudimos evaluar el buen estado físico y técnico que exhiben todos, especialmente Juan Miguel con esos 8.55 pese al 3.1m/s del viento a favor.

Si hubiese estado mal, ni con el aire de su lado hubiese logrado ese salto. Más allá de la distancia estoy evaluando su carrera y ejecución técnica. Ahora por estar saliendo de una etapa de fuerza aflora la descoordinación propia a tono con esta fase”.

Escenario mundial en la longitud de rivalidad fuerte. ¿Cómo ves a los nuestros y los proyectas en esa élite?

“Haciendo un análisis con ellos del mundo y los contrarios yo avizoro un concurso de longitud en Tokio bien interesante. Nosotros le vamos a dar un toque de salsa de seguro. Los nuestros se están preparando física y mentalmente para que cada uno haga lo mejor ded su vida allí.

Habrá que esperar el día, pues se conjugan muchas otras variables, pero estamos bien.

Ya ganamos por el hecho de ser la primera vez que logramos clasificar a tres saltadores de longitud a unos Juegos Olímpicos. Otro elemento a favor es que los tres se incluyan entre los ocho finalistas. Será bien fuerte, pero lo tres tienen para hacerlo a tono con lo que estamos planificando de manera individual.

Si cada cual lo hace, para no entrar tiene que darse un fenómeno o la mejor final de la historia”.

Tomando en cuenta eso que me comentas, ¿un estimado de marcas posibles para estar entre los ocho mejores, el podio y ganar los Juegos?

“Aquí, por lo que hemos proyectado para estar entre los ocho finalistas hay que saltar por encima de 8.30. Así lo veo y esa es la mentalidadpara que se incluyan entre los ocho. Para estar en el podio superar los 8.50.

A eso le añadimos, además de los dos controles domésticos, dos o tres competencias internacionales previas. Con ese número consideramos que es suficiente para llegar en forma óptima deportiva”, sentenció el timonel.

Pinceladas:  

Teniendo en cuenta este análisis se impone deslindar las principales virtudes de nuestros exponentes:

Juan Miguel: Posee una estructura de salto muy pareja. Ha optimizado su carrera y con sus casi 1.90 metros es un saltador que desarrolla notable velocidad y explosividad a la hora de despegar. Realiza dos bicicletas en su vuelo y técnicamente a pesar de su juventud (22 años) es bastante depurado.

Massó: Con 1.78 metros de talla son la explosividad y su velocidad de ccarrera sus principales virtudes. De su despegue felino en la tabla dependen sus mejores saltos. Precisamente esa talla, salvando las distancias, es la de Iván Pedroso.

Lescay: Es el más espigado de los tres saltadores. Sus extremidades son sus aliadas, con un vuelo notorio si logra pisar y despegar fuerte. Con apenas 20 abriles es considerado otro portento de la especialidad. Saltó 8.12 el pasado 29 de mayo, marca que debe superar de cara a Tokio.

Cuba, desde el bronce en Beijing 2008 de Ibrahim Camejo (8.20 metros), no logra colar a un finalista en el salto de longitud. Ahora tiene aspiraciones con tres. Esperemos a ver qué sucede.

Visión global

A juzgar por la cantidad de clasificados del atletismo, ¿podemos hablar de un trabajo en busca de la eficiencia, o también la incidencia de la pandemia ha jugado su rol en este sentido?

“No es un secreto que nosotros como atletismo en ocasiones anteriores hemos tenido asignaturas suspensas en cuanto a ser eficientes con las delegaciones que presentamos.

A veces llevamos atletas con marcas que en la competencia fundamental no han logrado emular o repetir, pero de haberlas logrado sí se ubicarían en finales. Hoy es un reto perseguir más eficiencia que llevar grandes grupos.

Por eso la estamos buscando sobre la base de estabilidad de resultados. Las circunstancias y el tema de la pandemia en ese sentido han jugado un poco a favor nuestro. Lógicamente un mayor lapso de tiempo nos ha dado para poder optimizar esta cuestión.

La de Tokio será la delegación más reducida presentada, pero posiblemente sea a la que más eficiencia podamos sacarle, a partir de lo que han mostrado los atletas, y lo que pueden materializar. El trabajo general va en esa dirección”.

Pruebas que pueden estar coqueteando con la clasificación: el disco masculino, vallas cortas, los 200 y 400 metros…

“Haré una extensión de la respuesta anterior. Confeccionamos una preselección olímpica sobre la base inicial de los resultados con los que terminó cada cual la temporada precedente.

Fue mucho más amplia, con alrededor de cincuenta y tantos atletas, se redujo en un primer corte a 46. Hasta ese momento estuvieron incluidos los atletas de 400 metros como relevo y Yoandys Lescay. En la última etapa de competición que tuvieron las mqarcas no estaban a tono con una posible clasificación, y hoy el deporte está sujeto no solo a marcas, sino a las cuotas que otorga World Athletics en su nuevo sistema de clasificación por rankings que incluye puntos y un número de cuotas según el evento.

En el caso del 400 metros las posibilidades eran casi nulas y el tiempo iba en contra de los atletas en esa especialidad. A eso le sumamos que producto de la Covid-19 la prsselcción está bajo un régimen de burbuja que implica logística y otras cuestiones y la Dirección del Alto Rendimiento nos pidió ser lo más certeros posibles en ese sentido.

De ahí que no contemos con preseleccionado en los 400.

En las vallas cortas tuvimos dos atletas. Uno de ellos, Yordan O´Farrill solicitó la baja del equipo, y eso le hizo un poco más de daño a roger Valentín Iribarne. Solo es muy complicado correr y tener otros medidores para hacer correcciones y adecuar el plan táctico, pero tuvimos problemas ante la imposibilidad de medirlo en otros escenarios.

De hecho, las confrontaciones acá han sido un paliativo ante una ruta crítica competitiva bien comprimida, sin muchos mítinres antes existentes por la tensa situación epidemiológica en el mundo entero.

En el caso del disco masculino Jorge Fernández sí aparece hasta ahora entre los clasificados por cuota y esto le dio la posibilidad de estar siempre dentro de la preselección. Además ha tirado sobre 64 metros tres veces y eso lo debe ratificar sin problemas entre los 32 agraciados.

El más seguro es Fernández, a quien se pudiera sumar Reynier Mena en los 200 metros, igualmente optando por una de las cuotas que concede World Athletics”.

¿Proyecciones?

“Mantenemos la perspectiva de regresar a Cuba con cuatro preseas y luchar seriamente por dos títulos, en el disco femenino y la longitud masculina. A esas especialidades le añadiría el triple femenino, y alguna otra prueba que pudiera sorprender.

El resto de los participantes pensamos que más del 80% se ubique entre los ocho finalistas, incluidas las multiplistas, si en definitiva Adriana Rodrpiguez lograse incluirse por cuota”.

 

Maykel Massó con rendimientos sobre 8.30 metros podría ser finalista y aspirante al podio. Foto: Roberto Morejón.
Lester Lescay intentará sacudirse de las molestias musculares y superar los 8.28 que tiene de marca personal. Foto: Calixto N. Llanes.

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