Cuba y el desafío de San Salvador
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Foto: Roberto Morejón, enviado especial
Si durante mucho tiempo se dio por descontado que Cuba ocupaba el primer lugar en cualquier edición de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, hoy la realidad es que, incluso terminar segundo en el medallero general de San Salvador 2023, se ve como un desafío importante.
Al descenso del deporte cubano, provocado fundamentalmente por la crisis económica que obliga a recortar el apoyo y provoca deserciones, se suma la proliferación de pruebas y deportes en los que la mayor de las Antillas no incursiona de manera seria, y la cancelación de otros en los cuales teníamos grandes posibilidades del máximo premio, como fue el caso del polo acuático para damas y otras pruebas de canotaje, por falta de quorum.
Por tanto, con optimismo y realismo a partes iguales, se reconoce que hoy por hoy somos incapaces de recuperar la primacía regional que defendimos durante décadas porque México compite en todo, pero se confía en poder finalizar por delante de Colombia y Venezuela, los otros dos grandes de la región que enfrentaremos del 23 de junio al 8 de julio.
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De hecho, México lleva como pronóstico alcanzar 105 medallas de oro, mientras que en La Habana calcularon que sus deportistas pueden colgarse entre 70 y 80 preseas de este metal, ya que de los 504 deportistas convocados ahora, apenas un centenar compitió en Barranquilla 2018, con un promedio de 25 años, para participar en 365 pruebas de 36 disciplinas, de más de 440 y 54 que aparecen en el programa oficial.
Para mantener el segundo puesto general, la delegación de Cuba debe cumplir los pronósticos en disciplinas importantes como boxeo, lucha, atletismo, remo-canotaje y judo, en teoría las máximas aportadoras para la cosecha final.
En el caso del llamado Buque Insignia, la reducción de categorías masculinas a solo siete (a tono con el programa olímpico) resta posibilidades, además de que vamos con un equipo con cinco debutantes y hay varios talentos en la región en diferentes categorías.
La lucha debe dominar con comodidad las modalidades masculinas y aportar algún oro en el femenino, mientras que en el atletismo, remo-canotaje y judo, deben recaer las mayores posibilidades de predominio, con una comitiva de alto nivel en ambos sexos.
En cuanto a los deportes colectivos, que aportan poco en la batalla por la ubicación final, pero siempre son atractivos, el balonmano, el voleibol masculino de sala y playa, softbol y el hockey sobre césped son los de mayores opciones de coronarse, pero igual tendrán que emplearse a fondo.
Tienen buenas opciones de llegar al podio el béisbol y el baloncesto, pero culminar primeros sería sorpresivo.
De todas maneras, creo que si en Barranquilla Colombia no nos pudo desplazar a la tercera casilla actuando como local, no debe ocurrir en El Salvador.
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