Cuba festeja con una restrospectiva a Wifredo Lam, su pintor más universal
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Wilfredo Lam (1902-1982), el pintor cubano más universal, protagoniza desde este viernes en La Habana una ambiciosa retrospectiva que condensa su prolífica y polifacética producción.
El Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) exhibe "Wilfredo Lam indivisible" hasta el 26 de febrero para celebrar el 120 aniversario de su natalicio, con un itinerario a través de 65 pinturas, grabados y dibujos realizados entre 1939 y 1976.
"Son piezas que nos dan la coherencia, solidez y organicidad de la obra de Lam, un arte sin fisuras", explicó a EFE el comisario de arte Roberto Cobas Amate sobre esta selección, parte de las 231 que guarda en sus fondos el MNBA de Lam.
Artistas, académicos, estudiantes de arte y admiradores de su obra acudieron a la apertura de esta exposición encabezada por una de sus obras maestras, el cuadro de gran formato "El Tercer Mundo" (1966), pintado con óleo y carboncillo. Algunas obras no se exhibían desde hace más de 30 años.
La selección incluye obras clave como "La silla" (1943), una pieza icónica que fue donada al MNBA por el escritor Alejo Carpentier; "Huracán" (1946), una síntesis de las búsquedas creativas de artista en el universo mítico afrocubano, y "Maternidad" (1952), un óleo sobre tela con una de sus obsesiones.
La muestra incluye su primera etapa en París (1939-1940), cuando entabló estrecha amistad con el pintor español Pablo Picasso, con quien participa en una exposición en Nueva York, y conoce a intelectuales de vanguardia como Pierre Loeb y André Breton.
La exposición también recoge sus estancias en Cuba, como la de 1941, de la cual resultan obras que reflejan la influencia de sus contactos con la Escuela de París, así como el ciclo de 1945, en el que incursiona en la cultura afrocubana y su pintura se torna más luminosa.
La retrospectiva llega hasta 1976, momento en el que Lam se decanta por una serie de 10 grabados para el relato "El último viaje del buque Fantasma", de Gabriel García Márquez, en los que une su imaginación con el realismo mágico del célebre escritor colombiano.
"LA JUNGLA", SU OBRA MONUMENTAL
En el acto inaugural estuvo presente -si bien solo de forma virtual, a través de un vídeo- una de sus obras más famosas, "La jungla" (1943), perteneciente a la colección del Museo de Arte Moderno (MOMA, en inglés) de Nueva York.
Este cuatro, visto por los historiadores del arte como la apoteosis de madurez de Lam, es su composición de mayores dimensiones -de 2,4 por 2,3 metros- y en ella entremezcla la caña de azúcar con figuras oníricas de seres vivos muy ligadas a las creaciones surrealistas de Picasso.
"La jungla" ha sido interpretada como el resumen de un ciclo, en el que predomina una atmósfera creada por la asociación de lo humano, lo animal, lo vegetal y lo divino.
Por las venas de este gran artista corría sangre africana y asiática, y ese mestizaje definió su obra, según los expertos, que resaltan que, aunque pintaba academia, cubismo o surrealismo, su valor estuvo en hacer un giro cualitativo y combinar en su creación los componentes de origen africano vivos en la cultura cubana.
Sus obras cuentan con una elevada cotización en el mercado internacional. En 2020 su lienzo "Omi Obini" alcanzó los 9,6 millones de dólares en una subasta de la casa Sotheby's y tres años antes "A tres centímetros de la tierra" fue vendido por 5,2 millones de dólares.
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