Cuba: Aferrarse a una victoria sobre Panamá para discutir presea

Reza un adagio que “solo un milagro salvará a Roma”, pues justamente algo parecido le sucede al equipo de béisbol de Cuba, que ciertamente ha brindado una imagen negativa en el Mundial sub-23 con asiento en México, y aún así un triunfo sobre Panamá les aseguraría presencia en la discusión del bronce.

Prácticamente un milagro, máxime cuando los nuestros han perdido de manera contundente sus dos choques efectuados en esta súper ronda: primero por nocao 0-11 ante Venezuela; y este jueves 1-6 ante Colombia.

Sucede que como se arrastran los resultados de la ronda previa, Cuba dispuso de Taipei de China, que a su vez doblegó 5-3 a Panamá. Entonces, en el hipotético caso de vencer a los itsmeños, culminaríamos con idénticos balances de 2-3, y ambas sonrisas a costa de asiáticos y canaleros nos favorecerían para inlcuirnos en la disputa del bronce en calidad de cuartos.

El álgebra del certamen pareciera que se inclinara a nuestro favor, pero el examen de viernes decidirá si en definitiva en alguna medida nuestra diezmada escuadra puede cambiar la cara.

Claves:

Es cierto que cuando su plantel se ve limitado a 17 jugadores de 24 conque contaba la nómina inicialmente, los posibles movimientos en pos del triunfo se reducen considerablemente.

Otros dirán que lo que está aconteciendo en este torneo del orbe es reflejo de la crisis sistémica por la que atraviesa la pelota cubana, lo cual en cierta medida tiene su incidencia.

Nuestro béisbol ha caído a todos los niveles. Al éxodo creciente del talento, ya no solo con madurez deportiva se suma una disminución considerable de la práctica, lagunas que van desde la captación hasta el desarrollo de la estructura competitiva en todas las categorías, además de cuestiones de infarestructura, reflejo de una crisis económica modo país.

El bloqueo tiene su impacto notorio igualmente, ya con anterioridad habíamos hablado de las consecuencias de borrar el acuerdo rubricado entre la MLB y la Federación cubana, implicaciones que de alguna manera por estos días hemos estado pagando con la salida de siete peloteros de ese equipo, la presión que esto genera sobre los restantes miembros del conjunto que continúan saliendo a la grama a defender los colores de la bandera, y la imposibilidad de tener variantes para encarar situaciones del partido tras un comienzo adverso.

Además de la urgencia de elevar saberes asociados a ese deporte, contemplar más y con mayor rigor elementos de sabermetría en función de rendimientos, claves en béisbol contemporáneo…

Con ese entrante de escenario, hay que hurgar ahora en variables netamente deportivas, como nuestra pobre ofensiva a lo largo del certamen, y también por ende en los dos duelos de la súper ronda hasta este minuto.

Una famélica anotación y 11 hits en 12 innings se antojan muy poco para intentar hacerse de una victoria. Si a eso le sumanos, nueve corredores dejados en circulación y siete ponches, noas damos cuenta de lo limitadas que han estado nuestras opciones de éxito en esta instancia.

Colectivamente el tridente de AVE-250, SLU-297, y OBP-348 reafirma los criterios de pobreza madero en ristre antes expuestos; a lo que se suman 32 ponches, apenas cuatro extrabases (solo un jonrón), y únicamente tres anotaciones frente a elencos inmersos en la súper ronda, si recordamos que México nos propinó lechada en la apertura y a Taipei le ganamos pírricamente 2-1.

El pitcheo, que era el rubro que había mostrado solidez, se ha venido abajo. Han sido prácticamente fongueados tanto Bryan Chi, como Jhonatan Carbó, cartas abridoras en los que la dirección del plantel depositó confianza, luego de aperturas iniciales de calidad. Keibel Gutiérrez no ha podido apuntalar una salida loable, y Marlon Vega salió al rescate frente a los cafeteros cuando el mal ya estaba consumado.

Ante este rosario de dificultades, la esperanza, si bien es lo último que se pierde, de poder imponerse ante Panamá asoma al fondo de un corredor sombrío. Me gustaría pensar que lo materializarán, como bálsamo que no atenuará los análisis posteriores.

El bronce, para mí, como para tantos otros, no consuela. El declive de nuestro béisbol continúa quedando al descubierto en cada nuevo escenario de rigor. En manos de todos los que de una forma u otra tributamos a él, está el obrar para poder sacarlo del pozo.

Al momento de redactar estas líneas, México disponía de Venezuela 1-0 en la parte baja del cuarto capítulo, por lo que intentaba concretar otro paso sólido en pos de retener su corona de la edición precedente. Colombia, es el otro conjunto que compilaba favorables 3-1.