Cuarenta años sin Haydee

Era mucho dolor, anclado en las honduras. Era una lucha ardua contra el desaliento, lucha de décadas. Era la luz contra la sombra. Y hace hoy cuarenta años la sombra venció. 

Con su partida, Haydee Santamaría dejó a cientos de amigos y compañeros desconsolados. Los que la acompañaron en los años duros del combate, los que hicieron causa común después del triunfo.

Ella era un símbolo, un monumento vivo a la dignidad y el decoro. Ella era fuente inagotable de cariño y comprensión. Todavía la recuerdan subiendo y bajando las escaleras de la casa grande que fundó y sostuvo, la Casa de las Américas. Recibiendo a los poetas, acogiendo a los trovadores, inspirando a los perseguidos y a los desterrados.

Haydee era la Casa.

La suya fue obra de amor, fundada en la valentía y el sacrificio. Siempre le fue fiel a un sueño de justicia. Trabajó por concretarlo. Era el tributo a sus muertos —muertos de la Patria—; fue mujer de entregas, de prodigarse en los afectos.

Su muerte dejó un vacío enorme, pero ella dejó cimientos sólidos, que la pena no pudo abatir. Por eso su evocación será siempre luminosa. Haydee, la heroína del Moncada. La amiga fiel. La mujer de esencias...